A partir de mayo de 2002, la
Administración de la Reserva Natural local recluta a voluntarios de
toda China cada mes. Dicha actividad encuentra eco en todas las
provincias. Hasta hoy, se han organizado tres grupos. Decenas de
voluntarios se han convertido en protectores de antílopes, entre
los cuales figuran también personas provenientes de Beijing. Todos
los gastos de viaje y comida corren por su propia cuenta para no
aumentar la carga de la Administración de la Reserva Natural. Para
trabajar en Hoh Xil, este lugar lejano y difícil, cada voluntario
tiene que gastar entre 4.000 y 5.000 yuanes mensualmente. Con el
tiempo, los tres grupos han traído aquí cambios obvios. Gracias a
la protección de los voluntarios y de la Administración, aumentan
7.000 antílopes anualmente. Este año, todavía no ha sucedido ningún
caso de caza furtiva.
El periodista de nuestro periódico
devuelve una visita a los voluntarios pekineses que trabajan en la
Reserva Natural de Hoh Xil.
El 12 de julio, el periodista parte
desde Xining con el Grupo de investigación de Hoh Xil formado por
los amigos del Globo Terrestre de la Compañía de Ericsson. Ha
recorrido 1.000 kilómetros, pasando por la Cordillera de Kunlun,
por la Cordillera de Tanggula, por la Depresión de Tarim y por la
Pradera del Norte de Tíbet. Durante 10 días, ha visitado a los
voluntarios pekineses que trabajan en la reserva natural.
Cazadores furtivos capturados
reciben educación en la protección de antílopes.
Antes de la salida, el periodista
hizo una entrevista con el único pekinés del primer grupo de mayo
de este año en Beijing, Yangzhen, de 38 años. Nos contó una
experiencia excitante.
Ese día, en el proceso de patrulla
por las montañas, Yangzhen y el director del grupo se dieron cuenta
de que había dos camiones aparcados al lado del camino. Sus
conductores estaban capturando ánades silvestres recién nacidos,
animales de segundo grado de protección nacional, en la Carretera
Nacional No. 109. Los dos se lo impidieron y les escoltaron al
campamento. El camino duró cuatro horas. Eran seis conductores. El
director y Yangzhen se encargaron de tres personas,
respectivamente, en cada coche. Yangzhen dijo que al contrario,
parecía más que ellos les escoltaban a los dos. En realidad, ellos
no eran cazadores furtivos reales, sino personas que querían
llevarse algo a hurtadillas. Posiblemente, les impusieran una
multa. No obstante, en el camino, él estaba educándoles, lo que se
puede decir una educación material y espiritual. Yangzhen sentía un
poco de lástima porque otro grupo sí encontró a cazadores. Después
de la confrontación, los cazadores se rindieron.
La primera comida: patatas con col
china
En el camino hacia la Reserva
Natural, nos encontramos con Liqing, otro pekinés del segundo grupo
de voluntarios. Debido al efecto de los rayos ultravioletas, su
cara estaba muy morena y estaba un poco cansado. Tiene 30 años y es
notario. En julio de este año, como voluntario, llegó a Hoh Xil a
sus propias expensas.
A comienzos de junio, cuando Liqing
vino al Centro de Protección del Río de Tuotuo por primera vez, ya
eran las ocho de la noche. El campamento sólo tenía dos tiendas de
campaña, una era la cocina, otra era el dormitorio de seis
miembros. En la tienda no había ni cama: ellos dormían en el suelo
húmedo. Para cuidar a este nuevo voluntario que venía de la ciudad
grande, le compraron exclusivamente una cama y ropa de cama nueva
de Golmu que estaba a cientos de kilómetros del Centro.
El subdirector Suo Nange le sirvió
un plato de patatas con col china y le dijo que allá el agua
hervida no sobrepasaba los 80 grados, la comida nunca estaba bien
cocida, y se las arreglaban con una comida. En toda Hoh Xil, la
comida escasea. La comida común es torta y pasta cocida. En
general, se llaman panecillos al vapor. Es muy difícil ver el
arroz. Si pudieran comer fideos, ya sería una comida abundante. El
vegetal se limita a col y patatas. No hay carne ni frutas.
En casa, a Liqing no le gusta comer
frutas. Pero, al subir a la meseta, debido al clima seco y a la
escasez de agua, se le pierden las ganas de comer. La garganta está
tan seca como si fueran a salir llamas. Un día, cuando él dormía en
la tienda, se dio cuenta de que había media manzana: como ya había
pasado mucho tiempo, la superficie de la manzana se volvió negra,
cubierta de moho. De repente, recordó que hace una semana, los
directores de la Reserva Natural habían traído unas frutas. Se
comió la mitad de una, y no sabía dónde había dejado la otra mitad.
Llamó a otros seis miembros del Centro. Cortaron la superficie de
manzana con cuidado, y la dividieron en siete piezas,
compartiéndola todos. Me contó riendo que le parecía que en su vida
había comido una fruta tan dulce y sabrosa.
Al patrullar por montañas, se cae en
un pantano y tarda tres días en encontrar la carretera.
El Centro hace tres o cuatro
patrullas cada mes, a lo corto, dos o tres días, a lo largo, siete
u ocho días. Si unos Centros organizan la actividad conjuntamente,
se necesita medio mes, incluso más. Los miembros dicen que en
invierno hace mucho frío. En verano, el trabajo es muy duro porque
el camino es tan cenagoso que el carro puede caer fácilmente, de
manera que tienen que gastar mucha energía en estirar el vehículo.
En caso de urgencia, la situación no nos permite ni entrar ni
salir.
Una vez, Liqing y cuatro miembros
hicieron la patrulla hacia el centro de Hoh Xil en jeep. El
vehículo todo terreno cayó en el pantano de hierbas por la noche.
Las aguas frías entraron en el jeep. Lo que podían hacer era
levantar las dos piernas sobre el volante, manteniendo la misma
postura hasta la madrugada del día siguiente. Al amanecer, Liqing y
otro miembro llevaron alimentos, caminando hacia la carretera entre
Qinghai y Tíbet, con el objetivo de lograr ayuda. Después de tres
días y noches, llegaron a la carretera entre Qinghai y Tíbet,
encontraron dos remolques grandes desde el grupo de mantenimiento
de carretera cercano. Desgraciadamente, lo mismo pasó con los
remolques, que también cayeron. Volvieron a la carretera, por
suerte, se encontraron con unos policías armados de construcción de
carretera, que vinieron al lugar del accidente, tirando a mano
conjuntamente de los vehículos desde el pantano.“Si no hubiera sido
por los policías armadas, posiblemente no podrías verme hoy”.Liqing
me dijo riendo.
Estudiante de la Universidad de
Qinghua deja prácticas académicas para trabajar como
voluntario.
En Hoh Xil, el periodista encontró a
un nuevo voluntario recién llegado de Beijing. Se llama Chen Long,
estudiante del tercer año del Instituto de Periodismo y Medios de
Comunicación. Como acababa de llegar al Centro de Protección, no se
acostumbraba al efecto de la meseta. Dijo que aprovechando este
verano, sus compañeros trabajaban en los organismos de periodismo a
fin de encontrar buenas oportunidades de trabajo en el año próximo,
mientras que él prestaba más atención a la oportunidad en Hoh Xil.
“En el futuro, puedo encontrar más oportunidades de trabajo, pero
tal vez servir de voluntario en Hoh Xil sólo pase una vez en la
vida”. Para poder venir, gastó 3.000 yuanes de sus ahorros. Dedicó
dos días en tren para ir a Xining, luego desde Xining, en dos días
más, llegó al Centro. “He comprado más de 30 video-cassettes.
Quiero rodar la situación de aquí con la micromámara de video para
llevarla a Beijing”.
Enseñan a los miembros a conectarse
a Internet y hablan sobre la Copa Mundial y los Juegos
Olímpicos.
Caiga, el director de la
Administración de la Reserva Natural, nos dijo que la Reserva
Natural de Hoh Xil estaba muy apartada y la mente de la gente
estaba muy cerrada. Los voluntarios provenientes de ciudades,
sirven para remover la mente de los trabajadores del Centro de
Administración. Por ejemplo, los miembros antes no sabían qué era
la copa mundial ni el significado de participar en la copa mundial.
Después de su llegada, los voluntarios les explicaron la
importancia de la copa mundial y de los juegos olímpicos con
paciencia. Poco a poco, les gustaba el fútbol y empezaron a
conversar sobre él.
Wang Zhoutai, el director del grupo
de patrulla, dijo que había dos computadoras en el Departamento de
Administración de las Zonas de Protección de la Naturaleza. Como
nadie sabía usarlas, estaban ociosas. Yangzhen y Liqing les
enseñaban a escribir a máquina y conectarse a Internet
personalmente. Por medio de la red, los miembros conoceron muchas
páginas web de protección de antílopes y sabían que mucha gente
estaba preocupada por los antílopes, prestando atención a los
cambios de Hoh Xil. Gracias a la Internet, los miembros pueden
lograr las últimas informaciones de protección de medio ambiente y
conocer los métodos científicos de protección de antílopes.
Traductor de inglés sirve de puente
de comunicación con el mundo exterior.
Yangzhen dijo que como el nivel
educacional de las personas locales no era alto, era muy difícil
hacer divulgación de protección de medio ambiente al exterior. Hace
poco, ellos recibieron una carta en inglés. En la Administración,
nadie entendía inglés. Por fortuna, un voluntario estudiaba inglés,
y tradujo la carta al chino. La carta venía de la Organización de
la Fundación de Protección del Medio Ambiente del Mundo que quería
suministrarles ayuda. Después, muchas cartas de protección de medio
ambiente de Japón y los Estados Unidos se tradujeron y fueron
contestadas por los voluntarios. “En la actualidad, el intercambio
y la propaganda de la Administración con el exterior dependen de
estos voluntarios”, dijo el director Caiga.
Detrás de cada gamuza madre, le
sigue un pequeño encantador.
“¡Mira, antílopes!” Entre los gritos
de los compañeros, pudimos ver unas diez antílopes bonitas. Dicha
escena excitante pasó en el Centro de Budongquan, a 4.700 metros
sobre el nivel del mar. Estos animales bajaron la cabeza, comiendo
las hierbas sin hacer caso de las miradas de los visitantes. Aunque
no sabíamos su número exacto, ni veíamos sus caras, la impresión
sangrienta de los antílopes ya se ha sido sustituida por esta
escena tranquila.
En Golmu, el director Caiga nos
contó:“Este año, la cantidad de antílopes ha aumentado
evidentemente. El índice de supervivencia de los antílopes recién
nacidas alcanza al 70%. Cada año, dan a luz unas 10.000 antílopes.
Según el cálculo, se han incrementado 7.000 antílopes
anualmente”.
Liqing dijo: “He visto 10.000
antílopes. Detrás de cada gamuza madre, le seguía una pequeña que
acababa de aprender a caminar. Es un espectáculo encantador”.
De acuerdo con la presentación de
Wang Zhoutai, miembro del grupo de patrulla, el trabajo de la
patrulla nunca cesa. Después de la fundación del grupo de patrulla
financiado por Ericsson, se han organizado 32 veces patrullas por
las montañas de gran escala, 41 veces de pequeña y mediana
magnitud, recorriendo 200.000 de kilómetros. Han capturado 24
criminales, tomado posesión de 10 pistolas, unas 24.000 balas, 12
carros y 1.232 pieles de gamuza. Tras la administración y golpe, la
tasa de crímenes de caza furtiva ha bajado un 80% en comparación
con el momento de la fundación del grupo de patrulla. Todavía no
hay ningún caso en este año.
(CIIC)