La oscuridad envolvía la tierra. La
carretera entre Qinghai y Tíbet también se tranquilizaba. La
cabecera de los antílopes levantó la cabeza, mirando hacia
adelante. Por fin, tomó una decisión. Llamó suavemente, y se tiró
al Río de Chumaer. Siguiéndole, sus 300 esposas e hijos hicieron lo
mismo.
Esto pasó en la noche del día 28 de
julio, en la orilla del Río de Chumaer, a 4.560 metros sobre el
nivel del mar.
A mediados de junio de cada año,
bajo la dirección de gamuza macho jefe, decenas de millares de
antílopes en Hoh Xil hacen un viaje largo y difícil de cientos de
kilómetros al Lago de Chuonai y al Lago de Sol para dar a luz. El
rebaño grande está constituido por doscientas o trescientas
antílopes, mientras el rebaño pequeño, por veinte o treinta. En
cada rebaño, sólo hay un macho, el que es el triunfador en el
período de celo de antílopes. Ha vencido al guante de otras
antílopes machos, disfrutando sólo de todas antílopes del rebaño.
Luego, viaja hacia el lugar de parto con los antílopes
embarazadas.
Al final de junio y al principio de
julio, uno y otro rebaño de antílopes vienen al Lago de Chuonai y
Lago de Sol. Es la época más animada de este lugar. Cada rebaño
ocupa su propio territorio de manera regular y organizada. Gacela
de Mongolia, muflón, íbice, asno salvaje, oso pardo, lobo,
diferentes animales vienen. Incluso los buitres del cielo, se
inclinan hacia abajo, pican los sobrantes de carne de cadáveres de
animales comidos por el lobo y el oso pardo.
En julio de cada año, los antílopes
llegan al lugar de parto en diferente fecha. Sin embargo, después
del parto, en una noche, casi decenas de millares de antílopes
desaparecen. El prado alborotado del día anterior se tranquiliza de
inmediato.
El Lago de Chuonai y el de sol son
lagos salados. Las flores e hierbas de los alrededores no crecen
muy lozanas. Solamente los arroyos que brotan de montaña se
entrecruzan, fluyendo lentamente. La causa de que ellas vengan aquí
todos los años para el parto todavía es un secreto. Además, ¿cómo
pueden prevenir la degeneración? Todavía la gente no ha observado
el apareamiento mutuo entre rebaños.
En el Centro de Protección del
Animal Salvaje de Budongquan, el periodista encontró a Chen
Shengliang, periodista del Diario Vespertino Jingjiang. Según su
presentación, la provincia de Qinghai plantea invertir 800.000
yuanes durante tres años para hacer una investigación exclusiva de
antílopes, cuyos participantes son: Instituto de Estudio de la
Meseta de Noroeste, Instituto de Estudio de Animales de Beijing,
pertenecientes a la Academia de China, y la Universidad de Qinghai.
Los primeros investigadores llegaron a Hoh Xil al final de julio.
Chen, es voluntario del centro de protección de Hoh Xil. Entre más
de 4.000 solicitantes, tiene el honor de ser elegido.
El director del Centro fue miembro
del grupo que cuida las caravanas de yacs salvajes. Nos dijo que en
el período más próspero, en Hoh Xil había más de 100.000 antílopes.
Al principio de los años de 60 del siglo XX, al elegir el lugar de
experimento de la primera bomba atómica, uno y otro rebaño de
antílopes y caravanas de yacs salvajes impidieron el avance del
carro de los investigadores. Sólo después de la salida de los
animales, el carro pudo seguir adelante. Como aquí había tantas
vidas, eligieron por fin Zonas desiertas del Lago seco de
Luobubo.
Antes de 1985, esto era una Tierra
Pura. Desde el final de los años 80 hasta los años 90, es la época
más intensa de caza furtiva. En 1997, Zharencaibu, miembro del
grupo que cuida las caravanas de yacs salvajes, en el mismo
invierno arrestó a siete bandas de caza furtiva. Las pieles de
gamuza inventariadas por él llegaron a 1.060, de modo que lloró de
pura lástima.
En Hoh Xil, hubo una época en la que
solamente quedaron entre 10.000 y 20.000 antílopes. En estos años,
la protección de los animales salvajes llama la atención de toda la
sociedad. En este lugar, se han establecido cinco centros de
protección del animal salvaje, y una Reserva Natural de 45.000
metros cuadrados. Desde el año pasado hasta hoy, todavía no se ha
descubierto ningún caso de gamuza cazada. Según el cálculo de los
trabajadores del Centro, en la actualidad, la cantidad de antílopes
se ha recuperado, llegando a más de 30.000.
En Hoh Xil, una canción tibetana
reza así: poder vivir en este mundo es la felicidad acumulada de la
vida anterior. Cuando vivimos alegremente en este mundo, los
animales también tienen el mismo derecho. Así que el ser humano y
la naturaleza pueden crear una armonía.
(CIIC)