La nave espacialShenzhou Vy el cohete Changzheng-F están pasando la última etapa de la prueba general de lanzamiento de simulación. Entre los 14 cosmonautas chinos que ya llegaron al centro de lanzamiento de satélites Jiuquan para el entrenamiento real, han sido elegidos los primeros tres candidatos que viajarán por el espacio en elShenzhou V. Un responsable de la selección de los astronautas indicó: “Aseguro que la mayoría de ellos estarán a la altura de sus tareas”. China planea lanzar la nave espacial tripuladaShenzhouVen el centro Jiuquan, provincia de Gansu, a mediados de este mes. En la actualidad, los trabajos preparativos han entrado en la etapa de cuenta atrás. Personal diplomático en Beijing estima que este lanzamiento costará 2.400 millones de dólares. Selección superestricta Ya se han publicado los nombres de dos entrenadores cosmonáuticos que llegaron a Jiuquan, a saber, Li Jinlong y Wu Jie. Un funcionario que intervino en la selección y entrenamiento afirmó: “En cuanto al vuelo cósmico, los chinos poseen notables ventajas gracias a su talla media, agilidad y cualidades de poder aguantar una vida dura y penosa, resistir indomablemente a las dificultades y cooperar con otros. Ahora 12 cosmonautas y dos entrenadores que regresaron de Rusia después de terminar sus estudios allí, están llevando a cabo los últimos ejercicios. Todos están calificados para la astronavegación. Pasaron al examen psicológico preparado por expertos nacionales en este campo académico y los resultados demostraron que disponen de calidades psicológicas sobresalientes. Estos 14 cosmonautas fueron seleccionados con las normas similares a las de la ex Unión Soviética y Estados Unidos. El trabajo selectivo lo hicieron entre los pilotos de caza y la tasa de eliminación fue de 1: 100. “Provocación rusa” Las cualidades físicas y psicológicas de los astronautas chinos son mejores que las de los rusos. Su Shuangning, diseñador jefe del sistema de personal para la astronavegación tripulada de China reveló sus primeras “aventuras” en Rusia. En 1999, dijo Su, llevé a mis muchachos a Rusia para realizar la prueba de vuelo simulado en el espacio, experimentando el ambiente de sobrecarga e ingravidez producido por el vuelo parabólico en un gran avión de reacción reformado. Un día antes del vuelo, los rusos me dijeron que lo suspenderían si los muchachos chinos vomitaban. Yo no estaba de acuerdo, pues debíamos pagar bastantes dólares para un vuelo. Pero los rusos argumentaban razones de seguridad. Antes de subir al avión, el intérprete me dijo que los rusos habían murmurado que querían ver nuestras funciones de vestíbulo y nivel de entrenamiento, suponiendo que podríamos enfermarnos por el fuerte movimiento espacial e incluso vomitar. No pensaron que a una altura de 15.000 metros, al dar 10 parábolas en una hora, un entrenador asistente ruso vomitaría sin detenerse a medio camino. Nuestros muchachos, por lo contrario, aunque participaron por primera vez en este tipo de prueba, permanecían tranquilos. En el momento ingrávido, se echaron a flotar, mientras no dejaban sus manipulaciones, como ponerse y quitarse la ropa cosmonáutica. La parte rusa quedó sorprendida y exclamó: ¡Qué admirables son los astronautas chinos! (13/10/2003, CIIC) |