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spanish.china.org.cn | 31. 12. 2025 | Editor:Eva Yu [A A A]

Brasil obtiene logros gratificantes sobre medio ambiente y cambio climático en 2025

Palabras clave: Brasil, medio ambiente
Spanish.china.org.cn | 31. 12. 2025

Foto: Xinhua


Las políticas ambientales de los últimos tres años han vuelto a posicionar a Brasil en el centro de las discusiones globales sobre medio ambiente y cambio climático, tras un período marcado por el aumento de la deforestación y el aislamiento internacional, según el parecer de autoridades e instituciones.

En 2023, al inicio del tercer mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil enfrentaba las peores tasas de deforestación, además de la paralización del Fondo Amazonia, considerado hasta entonces la mayor iniciativa mundial de reducción de emisiones relacionadas con la deforestación y la degradación forestal.

El Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil encabezó ante este escenario un amplio proceso de reconstrucción institucional.

Bajo el principio de la no existencia de desarrollo económico desvinculado a la sostenibilidad, la nueva gestión definió la preservación ambiental como motor del desarrollo nacional, lo que permitió al país sudamericano recuperar protagonismo en la agenda climática global.

"El presidente Lula convirtió la política ambiental y climática en una agenda verdaderamente transversal del Gobierno, condición esencial para que alcance su máximo potencial de generación de desarrollo económico y preservación de la vida y de los ecosistemas", afirmó la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, Marina Silva.

Para Marina Silva, el Gobierno rehabilitó la gobernanza ambiental y redujo la deforestación a la mitad en la Amazonia, así como en más del 32 por ciento en Cerrado, que es la sabana más grande del mundo y se extiende por casi 2 millones de kilómetros cuadrados en la parte central de Brasil.

Los datos oficiales indican que la deforestación en la Amazonia disminuyó 50 por ciento con tres años consecutivos de reducción. Entre agosto de 2024 y julio de 2025, el área de desmonte fue de 5.796 kilómetros cuadrados, el tercer menor registro de la serie histórica iniciada en 1988.

Las políticas sociales y ambientales también avanzaron con la reactivación de programas gubernamentales como Bolsa Verde.

Con el objetivo de impulsar una economía de baja emisión de carbono y el desarrollo de la bioeconomía, el Gobierno movilizó millones de dólares a través de instrumentos como el Fondo Florestas Tropicales para Siempre, Eco Invest, Fondo Clima, Fondo Amazonia y el Fondo Nacional de Medio Ambiente.

El Fondo Amazonia fue reactivado y alcanzó en proyectos aprobados el mayor monto anual desde su creación en 2008 con cerca de 2.000 millones de reales (354 millones de dólares) en 2025.

El control de los incendios fue otro de los ejes prioritarios, al registrar en los primeros seis meses del año una disminución del 46 por ciento en el número de focos de incendios y del 65 por ciento en la superficie afectada con respecto al mismo período del año anterior. En la Amazonia, la disminución fue de más del 75 por ciento, mientras que en el Pantanal superó el 93 por ciento, según datos oficiales.

El fortalecimiento institucional incluyó la recomposición de presupuestos y de la fuerza laboral del Ministerio de Medio Ambiente, así como de otras instituciones como el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad.

En 2025, se realizó la mayor contratación de brigadistas forestales, adquisición de equipos y ampliación de la fiscalización a gran escala.

En materia indígena, la creación del Ministerio de los Pueblos Indígenas representó un hito al reconocer de manera formal que la protección de las selvas es inseparable de la garantía de los derechos de sus pueblos originarios. Entre 2023 y 2025, una veintena de casos recibió declaratoria de Tierras Indígenas y se constituyó también una decena de reservas naturales.

En el escenario internacional, Brasil fue sede de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebró en noviembre de este año en la ciudad de Belém, en el estado amazónico de Pará (norte).

Los resultados reflejan una reversión significativa en la trayectoria de destrucción de la vegetación nativa, responsable de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.

Brasil evitó así la emisión de 733,9 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente por la deforestación en la Amazonia y el Cerrado desde 2022, de acuerdo con datos del Programa para el Cálculo de la Deforestación en la Amazonía Legal.

El Gobierno brasileño aprobó además este mes el denominado Plan Clima, que orienta las acciones de enfrentamiento al cambio climático hasta 2035 y establece directrices para cumplir con la contribución determinada a nivel nacional, que son los esfuerzos de cada país para reducir sus emisiones bajo el Acuerdo de París (2015).

El objetivo es reducir entre el 59 y el 67 por ciento de las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2035 y avanzar hacia emisiones cero en 2050. Para el Gobierno brasileño, en el balance 2023-2025, el país pasó de una espiral de destrucción ambiental a una trayectoria de reconstrucción.

Las autoridades subrayan, no obstante, que los avances requieren consolidación y aceleración para erradicar la deforestación ilegal, ampliar la bioeconomía y garantizar que el desarrollo y la naturaleza avancen de manera conjunta.