El rol de China en la transición ecológica destaca antes de la COP30

Antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) en Belém, Brasil, a iniciarse el lunes, China ha enviado señales positivas sobre sus  ambiciones y logros en la lucha contra el cambio climático. Entre ellas, la declaración de un funcionario chino que subraya que la magnitud y la dificultad de su labor para reducir las emisiones de carbono son poco comunes en el mundo.

El rol del país en la COP de este año cuenta con la completa cobertura de los medios internacionales, los cuales destacan su creciente liderazgo en el impulso de la transición energética mundial. Al mismo tiempo, Beijing ha devenido un defensor de la cooperación internacional en la materia, trabajando palmo a palmo con otras naciones para promover la acción colectiva.

El ministro de Ecología y Medio Ambiente de China, Huang Runqiu, sostuvo a la prensa que el  objetivo de los aportes determinados a nivel nacional para 2035 abarcan toda la economía e incluyen todos los gases de efecto invernadero, lo que supone la primera vez que el país establece una meta absoluta, lo que demuestra su mayor determinación y compromiso hasta la fecha, según un video publicado por la Televisión Central de China (CCTV) el domingo.

Huang recalcó que, para la mayoría de los países desarrollados, el lapso de tiempo entre alcanzar su pico de emisiones y las reducciones oscila entre 20 y 50 años, lo que es incomparable con la disminución prevista por China de alrededor de 5 años después de alcanzar su tope.

Tanto la magnitud (del 7 al 10 %) como el volumen absoluto (de 1000 a 1500 millones de toneladas) de los recortes prometidos superan con creces lo conseguido por Estados Unidos y Europa en períodos comparables.

El ministro agregó que China sigue siendo un país en desarrollo y que establecer objetivos de reducción de carbono incluso antes de llegar a su máximo es una tarea de extraordinaria dificultad. La escala y la profundidad de los recortes y la transformación industrial son poco comunes en el mundo.

El sábado, China publicó un libro blanco titulado «Pico de carbono y neutralidad de carbono: planes y soluciones de China», que presenta una visión general de los principales frutos del país en el último lustro y comparte enfoques, acciones y su experiencia, informó Xinhua.

La cumbre de este año se celebra en un momento en que Estados Unidos está fuera una vez más del Acuerdo de París y el mundo atraviesa por otro año de  calor récord y fenómenos meteorológicos extremos. Los medios foráneos siguen de cerca el papel de China y sus compromisos climáticos.

«Los objetivos de China son especialmente importantes por dos razones: es el mayor productor de emisiones del mundo... Y es líder mundial en la producción de tecnologías verdes, desde energía eólica y solar hasta vehículos eléctricos», reportó el sábado Los Angeles Times.

China «lidera el mundo en lo que se refiere a adopción de energías limpias y la producción de equipos necesarios para la transición a una economía descarbonizada, incluidos paneles solares, turbinas eólicas y vehículos eléctricos», según Nature.

El New York Times puntualizó la presencia de vehículos eléctricos chinos durante la cita, y afirmó que «la flota de coches eléctricos que se detuvo frente al recinto era en su mayoría china».

El reporte reveló que, aunque el auto que transportaba al presidente brasileño Luiz Inácio Lula, cuyo país acoge la COP30 de este año, era un Chevrolet, formaba parte de un conjunto de unidades eléctricas e híbridos chinos reunidos para trasladar a las delegaciones a la inauguración de la cumbre el jueves.

The Guardian develó que durante la conferencia de este año, «la cooperación entre los países del Sur Global —entre los que podrían incluirse China y algunos de los países de ingresos medios que ya han emprendido un camino más ecológico— también será fundamental».

China ya se ha convertido en una fuerza vital en la transición energética y económica mundial, y su rol en la lucha contra el calentamiento global y el mantenimiento de la cooperación internacional en el campo suscita grandes expectativas, anotó Ma Jun, director del Instituto de Asuntos Públicos y Medioambientales.

Ma citó ejemplos de este año y resaltó que China ha firmado acuerdos de cooperación climática con la UE, el Reino Unido, Brasil y varios otros países. Según él, estos mecanismos bilaterales sirven como piedras angulares que respaldan los esfuerzos multilaterales para abordar el calentamiento global.

El verdadero disruptor

El retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París también ha sido catalogado por los medios como un obstáculo para los esfuerzos mundiales en la lucha contra el calentamiento global.

Reuters informó de la preparación de diferentes gobiernos en la COP30 ante la posibilidad de que Estados Unidos intente perturbar las negociaciones, incluso sin que ninguno de sus funcionarios esté presente.

Tres funcionarios europeos dijeron a Reuters que la UE baraja múltiples escenarios: ente ellos que Estados Unidos la ignore por completo, participe activamente e intente bloquear los acuerdos u organice eventos paralelos para denunciar las políticas climáticas.

En un debate del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el clima y la seguridad el jueves, el representante permanente adjunto de China, Geng Shuang, tomó la palabra en dos ocasiones para refutar las acusaciones de Washington.

Su par estadounidense inicialmente no mencionó directamente a China, pero más tarde la señaló en su declaración. En respuesta, Geng, que al principio no se refirió a Estados Unidos, pero luego lo hizo explícitamente, dijo que Washington debería dejar de culpar a otros y, en cambio, colaborar con otros países para hacer frente a los retos climáticos globales.

Sus imputaciones infundadas contra China son, de hecho, un intento de desviar la atención internacional de su propio retroceso en materia de política climática y de ocultar el hecho de que se ha retirado dos veces del Acuerdo de París, afirmó Song Wei, profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales y Diplomacia de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing.

Ma manifestó que parece que los asuntos climáticos se han convertido en un pretexto conveniente para que algunos países occidentales ataquen a China: cuando no lo hacíamos bien, nos criticaban, y ahora que hemos progresado, siguen encontrando defectos. No es más que un arma política.