Homenaje al fallecido premio Nobel Chen Ning Yang en la Universidad Tsinghua

«Toda su vida fue una hoja satisfactoria de respuestas para el progreso de la humanidad», escribió su afligida esposa

El domingo, una multitud acudió a la Universidad Tsinghua con motivo de la muerte del renombrado físico Chen Ning Yang, premio Nobel y experto de la Academia China de Ciencias, quien falleció en Beijing el sábado a los 103 años, tras la habilitación de una sala especial para que el público ofrezca sus respetos.

La gente hizo fila de metros y desafió el intenso frío del domingo por la noche para rendir homenaje a Yang en el referido salón del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad Tsinghua. Según chinanews.com, el edificio albergó en su día la oficina del padre de Yang y también fue donde él mismo laboró en sus últimos años. Los visitantes formando filas silenciosas y ordenadas desde el amanecer hasta el anochecer. Entre ellos había padres que guiaban a sus hijos, ancianos con el dolor reflejado en los rostros y, sobre todo, estudiantes y académicos, con los ojos llenos de reverencia y recuerdo. Hasta el domingo por la noche, más de 3020 personas se habían registrado a través del sistema oficial para visitar el campus y lamentar su partida.

Yang nació en Hefei, provincia de Anhui, en el este de China, en 1922. En la década de 1940, viajó a Estados Unidos para continuar sus estudios y más tarde ocupó puestos docentes en el país. En 1957 recibió el Premio Nobel de Física, según reportó la agencia de noticias Xinhua. La teoría de gauge de Yang-Mills, introducida por Yang y Robert Mills, es considerada uno de los logros emblemáticos de la física del siglo XX.

Durante los más de 20 años de regreso en China, Yang impartió clases en la Universidad Tsinghua, donde realizó sendos aportes en la formación y contratación de talentos y en la promoción de los intercambios académicos internacionales, continuó el informe.

En un homenaje publicado el domingo en el Diario Guangming, Weng Fan, esposa de Yang, afirmó que este debió de sentirse extremadamente satisfecho al momento de dejar este mundo. Toda su vida fue una hoja satisfactoria de respuestas al servicio del rejuvenecimiento de la nación, la prosperidad del país y el progreso de la humanidad, escribió.

Asimismo, mencionó un poema que Yang escribió cuando se acercaba a los 90 años titulado «Al llegar a los noventa», y añadió: «Llevó una vida definida por ideales, perseverancia, responsabilidad, compromiso, felicidad y gratitud. Me considero muy afortunada por haber compartido tantos años a su lado».

Wu Weishan, un escultor cuya obra Yang describió como innovadora, expresó que lo que más le intrigaba era la perspectiva sobre estética del maestro. En su trabajo, Yang analizaba los matices de estilo de artículos científicos, discutía la belleza de los experimentos y establecía paralelismos entre las ecuaciones físicas y la poesía.

Sus ideas son igualmente aplicables a la comprensión de estilos de artistas visuales. En gran medida, revelan los misterios subyacentes de la expresión artística y revelan su funcionamiento, destacó Wu.

Desde su muerte, Yang ha sido receptor del reconocimiento público a través de fotografías, esculturas y otros homenajes. En la sala de la Universidad Tsinghua, se podía percibir un ligero aroma a crisantemos, mientras que las paredes mostraban 26 imágenes de él en diferentes etapas de su vida, la mayoría con un semblante sereno y sonriente. Los visitantes podían colocar flores en su honor y tomar un folleto que resumía su trayectoria.

Una de las asistentes, Wang, homenajeó al académico junto con su hijo e hija, y espera que ellos no solo reconozcan el nombre de Yang en los libros, sino que también lo consideren como un personaje respetado en la vida real. Su hijo, recién matriculado en la Secundaria Afiliada a la Universidad Tsinghua, señaló que muchos compañeros han venido a llorar su partida, lo que refleja su profundo respeto por Yang y la influencia perdurable de su espíritu.

«Morir es algo natural, pero ser olvidado es la verdadera pérdida. Debemos continuar con su legado», resaltó Wang.

Zhang Yuxiang, estudiante de la Escuela de Weixian, la primera facultad de la Universidad Tsinghua enfocada en la formación de talentos en ingeniería de la innovación de clase mundial, recordó que durante su primer año, su profesor les mostró videos de Yang enseñando física en 2004. «Las clases del profesor Yang me parecieron exhaustivas y motivadoras», dijo.

Más tarde buscó más videos en la red. Aspirante a una especialización en instrumentos de precisión, Zhang señaló que la comprensión de la física fundamental será la base de sus futuros estudios e investigaciones.

En la Universidad Tsinghua, había otro grupo de personas de la provincia de Guizhou, en el suroeste de China, que volaron más de 3 horas hasta Beijing. Uno de ellos, Dai, dijo: «Los aportes de Yang a China y a la humanidad merecen cruzar montañas y ríos para rendirles honor».

La Universidad de Beijing también emitió un comunicado el domingo lamentando el deceso de Yang. Yang es uno de los físicos más relevantes del siglo XX, ya que ha realizado contribuciones destacadas al desarrollo de la física moderna y a los esfuerzos científicos y educativos de su país natal, rezó la nota.

Tras el incidente del puente de Lugou en 1937, la Universidad de Beijing, junto con la Universidad Tsinghua y la Universidad de Nankai, se trasladaron al sur, a Changsha, en la provincia de Hunan, donde formaron la Universidad Temporal de Changsha, puntualizó la comunicación.

En 1938, la misma se trasladó a Kunming y pasó a llamarse Universidad Nacional Asociada del Suroeste. Ese mismo año, Yang fue admitido en ella y a finales de 1984, fue nombrado catedrático honorario por la Universidad de Beijing.

En la gran epopeya de la exploración humana de lo desconocido, siempre hay nombres que brillan como estrellas eternas en la galaxia. El profesor Yang fue uno de esos científicos que iluminó el cielo de la física moderna. Su aporte al mundo fue tan profundo y la dedicación a su patria tan pura, precisó la nota.

«Descanse en paz, profesor Chen Ning Yang, antiguo alumno de la Universidad Nacional Asociada del Suroeste y profesor honorario de la Universidad de Beijing», indicó la casa de estudios.