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spanish.china.org.cn | 23. 09. 2025 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Aranceles deterioran vínculos entre China y el puerto de Los Ángeles

Palabras clave: China, Los Ángeles
Spanish.china.org.cn | 23. 09. 2025

El puerto de Los Ángeles, la puerta de entrada más transitada del comercio entre China y Estados Unidos, siente la presión de los aranceles y la promesa de un mejor diálogo, indicaron los responsables del lugar y expertos en comercio.

«Hoy en día, en el puerto de Los Ángeles, China es nuestro mayor socio comercial y lleva más de tres décadas en la primera posición. Más del 40 % de nuestro negocio abarca importaciones y exportaciones con puertos chinos», declaró Eugene Seroka, director ejecutivo del puerto, en una entrevista con el Diario de China.

Seroka afirmó que el resultado de las recientes negociaciones en Madrid, España, podría resultar decisivo.

«Muchas personas aquí en Los Ángeles tienen la esperanza de que ambas partes puedan llegar pronto a conclusiones definitivas. La importancia de China en nuestro negocio de importación y las oportunidades de exportación para las empresas estadounidenses hacen que el comercio entre las dos economías más grandes del mundo sea esencial para muchos».

A pesar de las fluctuaciones provocadas por los gravámenes, el puerto ha demostrado resistencia. Año tras año, el volumen de carga ha aumentado más del 6 %, y julio fue el mes más activo en 117 años de su historia.

«Creo que llegaremos a un acuerdo en un futuro no muy lejano y comenzaremos a centrarnos en lazos comerciales y empresariales que puedan ampliar las oportunidades para ambos países», acotó Seroka. «También veo una posibilidad real de incrementar las ventas estadounidenses a China, lo que ayudará a crear más puestos de trabajo, no solo aquí en Los Ángeles, sino en todo el país y también en China».

Sin embargo, la volatilidad sigue presente.

«Los anuncios de este año sobre política comercial de Washington D. C. han causado incrementos en la carga en algunos momentos y, luego, ralentizaciones cuando se aplicaron aranceles muy elevados», precisó Seroka. «Por lo tanto, hemos tenido que ser muy ágiles y reaccionar rápidamente a la información para asegurarnos de poder gestionar los flujos de carga».

Vincent Iacopella, presidente de Relaciones Comerciales y Gubernamentales de Alba Wheels Up International, coincidió con las preocupaciones de Seroka sobre la incertidumbre que enfrentan las cadenas de suministro mundiales durante un reciente debate en Cargo News Briefing.

«Si los aranceles suben en China y bajan en Vietnam o la India, debes optimizar eso», afirmó. No obstante, advirtió contra un alejamiento total de China: «Fíjense en lo que está pasando ahora mismo: hay gente que ha abandonado China, se ha ido a la India y ahora paga un arancel más alto que antes, un 50 %».

Iacopella destacó los riesgos que entrañan los recientes cambios en la política estadounidense.

«La última orden ejecutiva eliminó la palabra "transbordo" y, muy probablemente, eso significará que si productos vietnamitas tienen insumos chinos, se les aplicará un arancel más elevado», explicó. «A falta de un plan estratégico a largo plazo sobre hacia dónde nos dirigimos, las empresas se quedarán en China mientras exploran otras opciones de diversificación».

El impacto inminente de las nuevas tasas sobre los buques construidos u operados por China se suma a los retos del puerto. A partir del 14 de octubre, Estados Unidos impondrá recargos escalonados hasta 2028.

«Las primeras estimaciones apuntan a unos 125 dólares por contenedor, hasta quizás más de 300 dólares aquí, en el puerto de Los Ángeles», anotó Seroka. «Ahora ese costo por contenedor puede ser inferior al de otros puntos de entrada, simplemente por el volumen medio que tenemos en cada barco que llega. Los más pequeños tendrán un costo mayor por contenedor».

Según un estudio del puerto, alrededor del 30 % de las 2000 escalas anuales en Los Ángeles corresponden a barcos construidos u operados por China.

«La cuestión es que hay costos sustanciales. Son reales», afirmó Iacopella. «Además de los aranceles, la complejidad y la incertidumbre, ahora tenemos otro costo asociado con la importación de mercancías».

Tanto Seroka como Iacopella subrayaron que, en última instancia, los consumidores cargarán con los gastos adicionales.

«No importa quién lo pague a lo largo de la cadena de suministro, al final se refleja en el precio al consumidor», zanjó Iacopella.

Seroka se refirió además a los efectos secundarios más amplios. Con los aranceles sobre las importaciones de acero al 50 %, los productores nacionales de acero han subido sus precios.

«Eso nos afecta de lleno. Concretamente, mientras continuamos con nuestros esfuerzos por reconstruir las comunidades de Altadena, Pacific Palisades y Malibú, devastadas por los incendios forestales a principios de este año, el costo de las obras sube exponencialmente», dijo.

A pesar de estos obstáculos, Seroka resaltó la importancia a largo plazo de la asociación entre Estados Unidos y China.

«Nuestra asociación con los puertos y las empresas chinas es vital para nuestro éxito en Los Ángeles. Tendremos que seguir colaborando estrechamente, compartiendo información e ideas para garantizar que nuestras cadenas de suministro y nuestros puertos funcionen sin problemas».

Mientras ambos países sopesan ajustes en sus políticas, los responsables portuarios y los líderes comerciales se muestran cautelosamente optimistas y creen que la cooperación puede superar al conflicto.

«Todo cambia muy rápido», dijo Iacopella sobre las normas comerciales. «Pero el comercio electrónico no va a desaparecer. Los consumidores seguirán sentados en su sofá viendo el partido y comprando gorras y camisetas. La modificación pasa por el modelo para llevarlo al mercado».