Estrategia estadounidense de exportación de IA es una «ilusión» y es «perjudicial» para la innovación

Un funcionario de la Casa Blanca ha propuesto impedir el desarrollo chino de la inteligencia artificial (IA) mediante la exportación de «pilas tecnológicas de IA» que integren chips, algoritmos y aplicaciones, durante una comparecencia ante una subcomisión del Senado de Estados Unidos. Por su parte, un senador defendió el dominio global del país en el campo y ganar la carrera contra China en la misma audiencia, según el sitio web del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado.

Los expertos chinos desestimaron estas ideas como «una ilusión basada en una lógica estática». Este enfoque es miope, perjudicial para la innovación y contrario al espíritu de colaboración necesario para el avance mundial de la IA.

En una sesión del subcomité del Senado el miércoles, hora local, Michael Kratsios, director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, indicó que, en 2020, las firmas innovadoras locales poseían una cómoda ventaja en IA sobre sus competidores más cercanos, pero que, en 2024, la brecha comenzó a decaer dramáticamente. «Corríamos el peligro de perder nuestro liderazgo en esta tecnología fundamental», apuntó.

«Nos encontramos en un momento en el que realmente contamos con una tecnología competitiva. Tenemos los mejores chips, modelos y aplicaciones, y es responsabilidad del Gobierno ayudar a promoverla de forma generalizada para que, cuando la República Popular China tenga la capacidad de vender sus chips, nosotros ya estemos ahí y en el mundo», declaró en la audiencia centrada en el Plan de Acción en IA presentado en julio.

«En pocas palabras, Kratsios, en representación de algunos en Estados Unidos, desea aumentar la rivalidad en IA: vender la tecnología de calidad primero a los aliados, pero no a China, así coparía los mercados y frenaría su avance, garantizando así la preeminencia perpetua de Estados Unidos. Esta mentalidad ignora las consecuencias a largo plazo», opinó el jueves Zhang Xiaorong, director del Instituto de Investigación de Tecnología de Vanguardia en Beijing.

Mientras tanto, en una era en la que la promesa de la IA reside en el progreso colectivo, el juego de suma cero de Kratsios corre el riesgo de fracturar el ecosistema abierto que define el desarrollo de este campo, completó.

Según la prensa, una pila tecnológica es un conjunto de adelantos, incluidos chips semiconductores avanzados y algoritmos, que se utilizan para desarrollar una aplicación. Este elemento se citó en el Plan de Acción en IA presentado en julio, que señalaba que el país «entregará paquetes de exportación seguros y completos, con equipos, modelos, programas, aplicaciones y estándares, a sus amigos y aliados en el mundo». El esquema incluyó además contrarrestar la influencia china en los organismos de gobernanza internacional.

Fuera de apuntar a China, los expertos dudan de la seguridad de los aliados estadounidenses que utilizan sus tecnologías y chips de IA, ya que Kratsios anotó en la sesión que «si no somos el estándar en el mundo, esos modelos y aplicaciones se ajustarán en modelos y chips rivales».

Los analistas destacaron las posibles lagunas de seguridad de los chips estadounidenses. La agencia de noticias Xinhua informó en agosto que, durante meses, algunos legisladores del país norteamericano presionaron para la instalación de «interruptores de apagado de equipos» y dispositivos de rastreo obligatorios en los chips de IA a través de normas como la Ley de Seguridad de los Chips.

El proyecto forzaría a los fabricantes a incorporar detectores de ubicación para supervisar sus movimientos internacionales, lo que permitiría potencialmente su desactivación remota sin el consentimiento del usuario.

En cuanto a la «eficacia» de la propuesta de exportar solo a los aliados, Zhang dijo que la afirmación de Kratsios de que «exportar las pilas de IA a los aliados y restringirlas a China mantendrá la ventaja estadounidense» simplifica en exceso el ecosistema global de la IA. La tecnología prospera gracias a la colaboración abierta, el intercambio de datos y las diversas contribuciones.

«El progreso de China en el campo, gracias a la innovación autónoma y la colaboración abierta, demuestra su resistencia frente a las medidas de contención»,  agregó.

Según datos oficiales, en mayo China contaba con más de 4500 empresas en el sector, el cual tenía de un valor de casi 600 000 millones de yuanes. En 2024, las entidades chinas representaban más del 61 % de las solicitudes de patentes de IA a nivel mundial, mientras que las nuevas industrias, formatos de negocio y modelos digitales aportaban más del 18 % al PIB nacional.

«La estrategia de Kratsios ignora este salto y asume que las restricciones obstaculizarán el crecimiento chino. Sin embargo, las mismas solo acelerarán la autosuficiencia de China», zanjó Zhang.

En algunas áreas fundamentales, como la arquitectura de chips y los algoritmos, China ha logrado avances importantes, creando un ecosistema autosuficiente desde la investigación y el desarrollo de chips de IA y algoritmos, hasta la anotación de datos, el entrenamiento de modelos y las aplicaciones. Esta cadena fomenta la sinergia y reduce costos, explicó Zhang.

Cabe destacar que, en respuesta al rápido auge de los modelos de IA de código abierto de China, el Gobierno de Trump cambió la postura de su predecesor Biden, que temía que los modelos de código abierto pudieran permitir a los competidores obtener ventajas tecnológicas sobre Estados Unidos. En su lugar, ha apoyado su desarrollo, en particular para contrarrestar los modelos chinos y su potencial para establecer estándares globales, afirmó Xiao Qian, decano de la Oficina de Asuntos Internacionales de la Universidad de Tsinghua, en un artículo publicado el martes en la plataforma China-US Focus.

El 5 de agosto, OpenAI lanzó su primer modelo de código abierto en 5 años, GPT-oss, entrando así en el competitivo ramo. Los comentaristas sugieren que esta medida tiene como objetivo reafirmar el liderazgo de la empresa en este aspecto, desafiando directamente lo alcanzado por China, amplió Xiao.

Los expertos chinos subrayaron además que la propuesta de Kratsios, incentivada por el miedo, corre el riesgo de dividir el panorama de la IA, lo que frenaría la innovación y el crecimiento económico. En lugar de la contención, Estados Unidos debería aceptar la competencia como catalizador del progreso y colaborar con China y otros países para establecer normas globales. Esto garantizaría el avance tecnológico, la estabilidad económica y la prosperidad compartida, en línea con el espíritu de apertura necesario para desarrollar todo el potencial de la IA.

En julio, cuando se le pidió que comentara el plan de acción en IA de Estados Unidos, que tenía como fin «consolidar su dominio para mantenerse por delante de China», Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo: «China cree que todas las partes deben promover conjuntamente el desarrollo abierto e inclusivo de la IA por el bien de todos. No debemos centrarnos en la confrontación y la competencia, sino en compartir los beneficios y lograr un desarrollo común».