El higo y su rol en la revitalización rural de Xinjiang

Tecnología agrícola e invernaderos aumentan el rendimiento en Artux

En el extremo occidental de China, la ciudad de Artux, capital de la prefectura autónoma kirguiz de Kizilsu, en la región autónoma uigur de Xinjiang, es testigo de una notable transformación gracias a una pequeña pero poderosa fruta: el higo. En los últimos años, la urbe ha aprovechado su reputación como centro de producción de higos, integrando tecnologías agrícolas avanzadas y modelos de negocio innovadores para formar una cadena industrial integral.

Apodada «la cuna del higo», Artux ha logrado modernizar sus plantaciones, pasando del agro tradicional a una empresa moderna, a gran escala y con marca propia. Su experiencia resalta el potencial de la agricultura moderna para incentivar el crecimiento económico y la prosperidad de la comunidad.

La base inteligente, con invernaderos y equipos  avanzados, no solo ha revitalizado el agro local, sino que también ha creado nuevos puestos de trabajo, mejorando los medios de vida y aumentando el suministro de fruta fresca que ahora llega a los mercados de todo el país gracias a las modernas instalaciones y a la avanzada logística en frío.

Agricultura moderna

Takut, en Artux, tiene una superficie de 45,2 kilómetros cuadrados, y la mitad está cubierta por el desierto del Gobi. El pueblo posee una rica tradición en el cultivo de higos, y casi todos los hogares se dedican a ello en sus patios. El año pasado, atrajo la inversión de la firma Xinjiang Haidekun Agricultural Technology Co, con su nueva variedad Brook Red. A diferencia de las plántulas típicas, que tardan 3 años en dar fruto, este tipo lo hace el mismo año de su cultivo, lo que resulta en una rentabilidad más rápida para el campesino local.

Akbair Kurban, un residente de 44 años, desafió el sol del mediodía para inspeccionar los higos en un invernadero moderno. «Este método es excelente», contó. «Los higos maduran rápidamente y, con el invernadero, se pueden cosechar todo el año». El año pasado, Kurban, otrora carpintero, se incorporó a la firma Xinjiang Haidekun, donde aprendió técnicas avanzadas de cultivo, mientras laboraba en su base agrícola.

«He aprendido a sembrar plántulas, controlar plagas, regular la temperatura y regar», indicó. Ahora gana un salario mensual de 4000 yuanes (558 dólares), una cifra alta en la zona.

En 2023, la empresa trajo variedades de higos de la provincia de Shandong, en el este, que prosperan gracias a las oscilaciones de temperatura entre el día y la noche y la abundante luz solar de Xinjiang. «Nuestros higos tienen un mayor contenido de azúcar y son un 30 % más pesados que sus similares en las regiones de origen», apuntó Wang Shengye, su presidente.

«Gracias a instalaciones de punta, hemos ampliado la temporada de cosecha a 8 meses, dejando de lado limitaciones estacionales y reduciendo costos», anotó.

Según Wang, el equipo de investigación de la compañía presentó 17 nuevas variedades y consiguió cubrir el déficit estacional en el suministro de higos frescos durante el invierno. «El año pasado, los mismo se cotizaron hasta en 10 yuanes cada uno, lo que generó una gran demanda y un beneficio de 28 millones de yuanes. Se espera que este año sume los 50 millones de yuanes».

«Tenemos previsto extender nuestros campos a 50 000 acres en un lustro para beneficio de 20 000 familias de agricultores y una renta de 2100 millones de yuanes», resaltó.

Fruta dorada

Gracias a los higos, Azihan salió de la pobreza en 2019. «Después de desterrar la miseria, hemos hecho un gran trabajo centrado en los higos según las condiciones locales». Zhang Xuehui, secretario del Partido de Azihan, manifestó que, aprovechando su ventaja, la localidad puso en marcha el proyecto «Higos +», que integra la fruta con el turismo, la restauración, la plantación y la transformación para su desarrollo.

Creada en 2020, la zona turística cultural popular de los higos de Azihan, situada a 15 kilómetros de la base agrícola, ha devenido un destino popular, con más de 400 000 visitantes al año. El número de tiendas en su interior pasó de más de 30 en 2020 a 246 en 2024, y los ingresos colectivos superaron los 1,4 millones de yuanes ese año.

Además de los huertos, se han construido casas de huéspedes, calles de costumbres populares y plazas culturales, y también se ha mejorado la infraestructura del pueblo. Dentro del área, un hospedaje llamado «Raba's Home» es muy popular. Dirigida por un hombre de mediana edad del noreste de China, el recinto cuenta con 20 habitaciones, de entre 200 y 400 yuanes. Además, tiene una cafetería, un bar, un restaurante y un karaoke, y genera ingresos diarios máximos de 50 000 yuanes. Gu Zaili, trabajador en la recepción, dijo que todo el personal vive en el pueblo y pertenece a las minorías étnicas, además gana un salario medio mensual de 4000 yuanes.

La pequeña higuera se ha convertido, sin duda, en un «fruto dorado», que simboliza la integración exitosa de la agricultura y el turismo, así como un futuro brillante para la revitalización rural en Xinjiang.

«Al quedarme cerca de casa y comenzar mi carrera en el cultivo de higos, la vida es más dulce, al igual que las higueras», dijo Kurban, y como él muchos piensan lo mismo en Artux.