| spanish.china.org.cn | 16. 06. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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Primer ensayo de interfaz cerebro-ordenador invasivo en China
«Ahora puedo controlar el ordenador con el pensamiento. Es como si pudiera moverme a voluntad», señaló un participante tetrapléjico del primer ensayo clínico en humanos de un dispositivo invasivo de interfaz cerebro-ordenador en China.
El Centro de Excelencia en Ciencias del Cerebro y Tecnología de la Inteligencia, de la Academia China de Ciencias, con sede en Shanghai, informó que, en colaboración con el Hospital Huashan de la Universidad de Fudan, pudo realizarse el primer ensayo clínico del país de un sistema inalámbrico de alto rendimiento de interfaz cerebro-ordenador el 5 de marzo de 2025 y, mediante una cirugía mínimamente invasiva, tuvo lugar su primer implante el 25 de marzo.
Según un comunicado de la institución, tras solo 2 o 3 semanas de entrenamiento postoperatorio, el paciente fue capaz de controlar dispositivos electrónicos con la mente, manejando con destreza juegos de carreras, ajedrez y otros programas.
El logro convierte a China en el segundo país del mundo, después de Estados Unidos (Neuralink), en entrar en la fase de pruebas de esta tecnología invasiva.
El sujeto perdió las cuatro extremidades en un accidente de alta tensión eléctrica hace 13 años. Desde la cirugía, el aparato ha funcionado de forma estable en su cerebro, sin ningún tipo de infección ni fallo de electrodos hasta la fecha, destacó el equipo de investigación.
La tecnología establece una conexión directa de comunicación y control entre el cerebro y el mundo exterior. No solo es una ventana para entender los mecanismos de procesamiento de la información del cerebro, sino también una vía prometedora para tratar enfermedades y explorar la próxima generación de interacción entre humanos y computadoras, precisó Shi Yongyong, subdirector del centro.
Según la entidad, el sistema podría obtener el visto bueno reglamentario y entrar en el mercado en 2028, con ello se espera que mejore sustancialmente la calidad de vida de millones de pacientes con lesiones medulares integrales, amputaciones bilaterales de extremidades superiores y esclerosis lateral amiotrófica, al ofrecer un reemplazo de la función motora.
De acuerdo con la cadena estatal CCTV, la Administración Nacional de Seguridad Sanitaria de China publicó el 12 de marzo “Directrices para el establecimiento de precios de los servicios médicos neurológicos”, que designan costos separados para este procedimiento, incluyendo la «tarifa de implantación invasiva» y la «tarifa de extracción invasiva». Una vez que las autoridades locales definan estas regulaciones y las apliquen, habrá una base estándar, lo que significa que, tan pronto como la tecnología madure, el costo de su uso clínico ya estará determinado.
En comparación con los electrodos neuronales del sistema desarrollado por Neuralink, la única empresa actualmente en ensayos clínicos fundada por Elon Musk, el centro de Shanghai ocupa una posición líder en interfaz neuronal.
Desarrollados y producidos por el equipo de la referida entidad, dirigido por Zhao Zhengtuo, los electrodos son los más pequeños y flexibles del mundo, con un área transversal de solo 1/5 a 1/7 de la de sus pares de Neuralink y una flexibilidad más de 100 veces mayor. Esta resistencia permite que las células cerebrales apenas «perciban» la presencia de un objeto extraño, lo que reduce el daño al tejido cerebral. Los electrodos neuronales ultraflexibles pueden recibir señales en tiempo real de alta densidad, amplio alcance, alto rendimiento y estabilidad a largo plazo.
El implante, con un diámetro de 26 milímetros y un grosor inferior a 6 milímetros, es el dispositivo de control cerebral más pequeño del mundo, aproximadamente del tamaño de una moneda.
El equipo ha validado su aplicación a largo plazo y registro estable en roedores, primates no humanos y cerebros humanos, lo que supone una solución innovadora a los obstáculos que presenta la escasa compatibilidad con los tejidos y el estrecho ancho de banda de los canales en los electrodos frontales del implante.
El siguiente paso es intentar que el paciente utilice un brazo robótico que le permita realizar acciones como agarrar y sostener una taza. En el futuro, el proyecto también explorará el control de periféricos complejos, como perros robóticos, robots incorporados y otros agentes inteligentes, para extender aún más la capacidad física del sujeto.














