OMS mantiene alerta máxima por aumento de casos de mpox ¿Qué riesgos implica?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el jueves que mantendrá el nivel de alerta máxima por la epidemia de viruela del mono (mpox), ante el creciente número de casos y la expansión geográfica de la enfermedad.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, respaldó la decisión de un comité de expertos, que considera justificada la alerta debido al aumento continuo de contagios, la violencia en el este de la República Democrática del Congo (RDC) que dificulta la respuesta y la falta de financiamiento para enfrentar la crisis sanitaria.

La emergencia de salud pública de alcance internacional fue declarada el 14 de agosto de 2022, cuando la enfermedad, anteriormente conocida como viruela del mono, se propagó rápidamente, afectando especialmente a la RDC.

La mpox es causada por un virus de la misma familia que la viruela. Su transmisión puede ocurrir por contacto con animales infectados o entre personas mediante contacto físico estrecho. Los síntomas incluyen fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas similares a forúnculos, pudiendo ser mortal en algunos casos.

Desde su detección en humanos en 1970 en la RDC, se han identificado dos subtipos del virus: clado 1 y clado 2. La variante clado 2 se expandió a nivel mundial en mayo de 2022, afectando mayormente a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

Según los datos más recientes de la OMS, se han confirmado casi 128 mil casos de mpox en 130 países, con un saldo de 281 fallecidos. Las autoridades sanitarias instan a reforzar las medidas de prevención y vigilancia epidemiológica.

Riesgos de la viruela del mono

La viruela símica, también conocida como mpox, es una enfermedad viral que ha generado preocupación debido a su capacidad de transmisión entre humanos. Comprender los riesgos de contagio es esencial para implementar medidas preventivas efectivas.

Formas de transmisión

El virus de la viruela símica se propaga principalmente a través de:

Contacto directo: Interacción con erupciones cutáneas, costras o fluidos corporales de una persona infectada. Este tipo de contacto puede ocurrir durante relaciones sexuales, abrazos, besos o cualquier contacto piel con piel.

Contacto indirecto: Manipulación de objetos, ropa de cama, toallas u otros materiales que hayan estado en contacto con las lesiones o fluidos de una persona infectada.

Gotas respiratorias: Exposición a secreciones respiratorias durante contactos cara a cara prolongados, especialmente en espacios cerrados y sin ventilación adecuada.

Factores de riesgo

Aunque cualquier persona puede contraer la viruela símica, ciertos comportamientos y situaciones aumentan el riesgo:

Relaciones sexuales sin protección: La transmisión durante el contacto íntimo es significativa, especialmente en encuentros con múltiples parejas o con personas cuya historia médica es desconocida.

Convivencia cercana: Vivir en el mismo hogar o compartir espacios reducidos con una persona infectada incrementa la probabilidad de contagio.

Manipulación de materiales contaminados: Trabajadores de la salud, personal de limpieza o cualquier individuo que maneje ropa, sábanas u objetos de personas infectadas sin la protección adecuada están en mayor riesgo.

Medidas preventivas

Para reducir el riesgo de infección:

Higiene personal: Lavar las manos regularmente con agua y jabón o utilizar desinfectantes a base de alcohol.

Uso de equipo de protección: En entornos de atención médica o al cuidar a personas infectadas, es crucial el uso de guantes, mascarillas y otros equipos de protección personal.

Vacunación: Existen vacunas que ofrecen protección contra la viruela símica. Consultar con profesionales de la salud sobre la disponibilidad y recomendación de vacunación según el perfil de riesgo individual.

Mantenerse informado y adoptar prácticas preventivas son pasos fundamentales para minimizar los riesgos asociados con la viruela símica.

Fuente: Excelsior