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spanish.china.org.cn | 18. 12. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

La economía china puede hacer frente a los riesgos externos

Palabras clave: economía, PIB, comercio
Spanish.china.org.cn | 18. 12. 2024

Por Dan Steinbock

Si el aumento de la inflación de 2021-23 en Estados Unidos ha ayudado al triunfo electoral de Donald Trump, sus probables guerras arancelarias penalizarán el comercio mundial y complicarán nuevamente los lazos bilaterales con China. Pero China tiene su caja de herramientas para responder, tal como lo demostró la recién concluida Conferencia Central de Trabajo Económico (CEWC, por sus siglas en inglés).

Al establecer las prioridades de su política económica para 2025, las autoridades chinas hacen hincapié en la necesidad de mantener estables el crecimiento, el empleo y los precios de las materias primas mediante medidas que incluyen mayores ratios de déficit/PIB, recortes de las tasas de interés y la emisión de bonos especiales del Tesoro a ultra largo plazo.

Recientemente, el presidente electo Trump amenazó con imponer un arancel del 100 por ciento a los países BRICS si buscan crear una moneda alternativa al dólar estadounidense. Los países del bloque están más interesados en comerciar en sus monedas locales que en crear una moneda para todo el bloque como alternativa al dólar. Pero la coerción económica es una muestra de lo que está por venir. Y el mundo está observando de cerca su promesa de imponer más aranceles durante la campaña presidencial.

Desde septiembre, China ha lanzado amplios paquetes de estímulo fiscal y monetario, que probablemente han de limitar el impacto perjudicial de las crecientes tensiones comerciales. Según algunas estimaciones, el aumento generalizado de los aranceles de Trump podría penalizar el crecimiento del PIB real de China entre 0,5 y hasta 1 punto porcentual. Sin embargo, los paquetes de apoyo podrían contribuir con un 0,7 por ciento o más al crecimiento del PIB, lo que probablemente compense el impacto. Y hay más por venir.

China dispone de una gran caja de herramientas para poner en marcha contramedidas. En el ámbito de las políticas, las autoridades centrales pueden utilizar instrumentos fiscales y monetarios para fomentar la demanda interna en caso de que sea probable que disminuya la demanda externa en Estados Unidos.

Recientemente, la CEWC optó por implementar una política fiscal más proactiva, tratando de responder más activamente a la desaceleración económica, impulsar la demanda interna y estabilizar el mercado de la vivienda. La flexibilización fiscal se ve reforzada por la decisión de adoptar también una política monetaria "moderadamente laxa" el próximo año.

Los líderes chinos confían en que se logrará el objetivo del país de registrar un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de alrededor del 5 por ciento. El mensaje tácito es inequívoco: con guerras comerciales o sin ellas, la economía de China saldrá adelante.

La decisión de fomentar ajustes anticíclicos "no convencionales" anuncia algo más que un estímulo importante. Refleja el mayor cambio de política desde 2008. Significa un cambio integral en la política, que combina las medidas de fomento de la demanda con las reformas y el ajuste estructural.

Los aranceles estadounidenses afectarán no solo a la economía china, sino a gran parte del mundo. Lo que es diferente esta vez es que Estados Unidos es menos importante para las redes comerciales chinas que antes. Atrae menos del 15 por ciento de las exportaciones chinas, mientras que la ANSEA y la UE representan más del 16 y menos del 15 por ciento, respectivamente.

La UE busca emular los aranceles de Estados Unidos, pero está más dividida y prefiere aranceles específicos en lugar de generalizados.

Por último, la competitividad china se basa cada vez más en la innovación, que es más resistente a las guerras arancelarias. Actualmente estoy de gira por la provincia de Guangdong. En el "Silicon Valley chino", la investigación y el desarrollo en el PIB superan el 2,4 por ciento; más alto que en Francia. En Shenzhen, es más del 6,5 por ciento; más que en cualquier otro país del mundo.

Hoy en día, China es un líder científico de clase mundial y se beneficia de una innovación más amplia y diversificada.

Los líderes chinos han advertido que en "guerras arancelarias, guerras comerciales y guerras tecnológicas, no habrá ganadores".

A principios de diciembre, Washington agregó a más de 100 empresas chinas a una lista de comercio restringido y prohibió la venta a China de algunos de los semiconductores más rápidos y el equipo para fabricarlos. China respondió prohibiendo las exportaciones de tres minerales raros (galio, germanio y antimonio) y otros artículos a Estados Unidos. Fuentes estadounidenses proyectan que el costo total probable para la economía estadounidense solo del galio y el germanio será de más de 3.400 millones de dólares.

Fue la primera vez que China incluyó una prohibición amplia del llamado transbordo en una regulación gubernamental sobre las exportaciones. Además, China inició una investigación antimonopolio sobre NVIDIA, el gigante estadounidense que domina el mercado mundial de los chips más avanzados necesarios para la inteligencia artificial.

China no está promoviendo la fragmentación geopolítica equivocada que Occidente ha pregonado en los últimos siete años. En cambio, estos movimientos reacios señalan a la administración entrante de Trump que el unilateralismo no tiene futuro en una economía mundial multipolar. Reflejan el deseo de un diálogo bilateral sensato.


El autor es el fundador de Difference Group y ha trabajado en el Instituto de India, China y América (EE. UU.), el Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai (China) y el Centro de la UE (Singapur).