Los VNE chinos ganan popularidad en Brasil y Latinoamérica

Lazos estrechos y actitud acogedora fomentan las exportaciones e inversiones en la región

En Río de Janeiro, la segunda ciudad más grande de Brasil, los automóviles de combustibles fósiles estadounidenses, japoneses y surcoreanos dominan las calles. Sin embargo, una mirada más atenta revela un cambio: a pesar de su escaso número, los vehículos chinos de nuevas energías (VNE) y asoman en el horizonte.

En una tarde de mucho tráfico, a lo largo de una hora en la vía principal junto a la famosa playa de Copacabana, son visibles varias de estas relucientes unidades del fabricante chino BYD, aunque eclipsadas por viejos coches y motocicletas de combustible fósil.

En Barra Shopping, uno de los centros comerciales más grandes y populares de la ciudad, autos eléctricos híbridos de estreno Haval H6, de la china Great Wall Motor, lucen en su puerta principal y en su interior, rodeados de un nutrido grupo de compradores.

Puede que sean pequeñas señales, pero representan una tendencia importante: Los VNE chinos están en plena expansión en Río de Janeiro y en Brasil en general. Ganan popularidad, aunque la marca todavía no resuena tanto entre los consumidores.

«No sabía que era de China, pero se ve bien», dijo Rui, un residente local, en Barra Shopping, al darse cuenta de que el coche delante de él era chino.

Tras la exhibición yace una gran inversión de Great Wall Motors en Brasil, que busca afianzarse en el mercado. La empresa está construyendo una planta en el país con miras a operar en mayo de 2025, informó el South China Morning Post en octubre.

Great Wall Motors no es la única interesada. BYD ya invierte en grande en el gigante sudamericano. En marzo, inició las obras de una fábrica, reportó Reuters en su momento. Ya en 2020, había puesto en marcha 3 plantas.

El gran impulso de las compañías chinas de VNE llega cuando las autoridades brasileñas adoptan una actitud acogedora hacia las inversiones chinas, incluidas las de este sector, a diferencia de las políticas hostiles y proteccionistas de algunos países y regiones, como Estados Unidos y la Unión Europea.

Preguntado por las inversiones chinas en el rubro automotor en Brasil, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo en una entrevista que «es fantástico, y he estado trabajando duro para que así sea».

Es probable que esa hospitalidad hacia el capital chino cobre aún más relevancia a medida que se estrechen los lazos bilaterales. China y Brasil decidieron el miércoles elevarlos a una comunidad de futuro compartido para un mundo más justo y sostenible, tras el encuentro sostenido por ambos jefes de Estado en Brasilia, la capital brasileña.

El ministro brasileño de Comunicación Social, Paulo Pimenta, señaló que Brasil desea impulsar los vínculos diplomáticos y la cooperación empresarial con China.

«Queremos avanzar desde el punto de vista de la diplomacia, y también desde el ángulo de los acuerdos comerciales, que es estratégico para Brasil», declaró el martes, al margen de la Cumbre del G20.

Además de Brasil, los VNE chinos ya aparecen en las calles de otras ciudades de la región. En Lima, capital de Perú, se pudo observar varias unidades de marcas como BYD, Hongqi, Geely y Great Wall Motors.

En particular, las de BYD se utilizaron como transporte oficial en la Reunión de Líderes Económicos de APEC para periodistas y otros participantes. «Es la primera vez que conduzco este auto y es muy cómodo», dijo un conductor usando el traductor de su teléfono.

Mientras tanto, China y Perú inauguraron el puerto de Chancay, al norte de Lima, el 14 de noviembre, cuando el primer buque de carga procedente de China llegó con VNE y otras mercancías. La obra se convertirá en un importante centro de comercio entre China y Perú, y la región latinoamericana en general, lo que significa que probablemente llegarán más VNE chinos al mercado.