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spanish.china.org.cn | 14. 10. 2024 | Editor:Eva Yu [A A A]

La recesión de Alemania amenaza la estabilidad en la Unión Europea

Palabras clave: recesión, Alemania, UE
Spanish.china.org.cn | 14. 10. 2024

Alemania se ha convertido en el principal factor de incertidumbre de la Unión Europea (UE). Los datos de crecimiento son el primer indicador alarmante. En 2024, el Bundesbank prevé que el PIB alemán caerá un 0,2% marcando el segundo año consecutivo de recesión tras la contracción del 0,3% en 2023.

No es solo una cuestión de cifras; esta recesión prolongada está afectando a la columna vertebral de la economía alemana: sus empresas y trabajadores. Compañías como Volkswagen, BASF y BMW están sintiendo la presión, sufriendo problemas derivados de los altos costes de producción y una caída en la demanda mundial. Además, los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) han encarecido los créditos, lo que ha frenado la inversión tanto empresarial como inmobiliaria.

El efecto dominó ya es visible. Las quiebras de grandes y medianas empresas se han disparado, alcanzando su nivel más alto en una década según datos del DeStatis, la oficina federal de estadística alemana. Por ejemplo, el gigante del biometano Landwärme y el proveedor automovilístico VKW han colapsado, afectando a miles de empleos y lo que es peor, generando más incertidumbre en las cadenas de suministro que dependen de estas firmas. No es un problema aislado: el 60% de las pymes alemanas dependen de la exportación o del suministro a grandes empresas. Así, cada quiebra en la cima genera una bola de nieve que arrastra a decenas de pequeñas y medianas empresas con ella.


¿Cómo ha llegado Alemania a este punto?

Si echamos un vistazo a la evolución del PIB alemán en los últimos años, vemos cómo el país ha pasado de un crecimiento sólido a una tendencia claramente negativa desde la pandemia de 2020. Ese año, debido al impacto del COVID-19, el PIB se contrajo un 4,9%, una de las peores caídas en décadas. En 2021, hubo una recuperación del 2,6%, pero insuficiente para revertir el golpe inicial. Ya en 2022, con la crisis energética agravada por la invasión de Ucrania, el crecimiento se desaceleró al 1,8%, y en 2023 se registró la primera contracción del 0,3%. Con la caída del 0,2% proyectada para 2024, se confirma una tendencia a la baja que preocupa tanto a expertos como a inversores.

Uno de los principales factores que ha debilitado la economía alemana es la política energética. La dependencia del gas ruso dejó al país vulnerable tras la invasión de Ucrania y los altos precios de la energía afectaron a sectores clave como el químico y el automovilístico. Estas industrias vieron cómo sus márgenes se redujeron debido al aumento de los costes, limitando su capacidad de invertir en innovación.

En cuanto a la deuda pública, Alemania cerró el primer trimestre de 2024 con una deuda equivalente al 63% del PIB, un incremento desde el 60,5% en 2019, antes de la pandemia. Aunque el desempleo se mantiene relativamente bajo, alrededor del 5,6%, existe el riesgo de que esta cifra aumente si más empresas continúan despidiendo trabajadores.


¿Hasta dónde puede impactar la crisis de Alemania?

El impacto de la recesión alemana puede ser devastador para toda la eurozona. Alemania representa alrededor del 25% del PIB del bloque y es el principal socio comercial para muchos países europeos. Si su recesión persiste, podría arrastrar a otras economías europeas a un escenario similar, ya que muchos países dependen de Alemania. Sectores como la automoción y la maquinaria, fundamentales para países como Francia y Polonia, se verán directamente afectados por la crisis alemana.

Además, la contracción de la economía alemana podría reducir la demanda interna, lo que afectaría a los países que exportan bienes y servicios a Alemania, debilitando sus balanzas comerciales. Esto complicaría aún más la situación económica de algunas economías del sur de Europa, como Italia y España.

El Bundesbank y otras instituciones financieras han advertido que el aumento de las quiebras y la falta de confianza de los inversores podría elevar también el riesgo financiero en toda la eurozona. Si los grandes bancos o empresas alemanas tienen problemas, podría haber un efecto en cadena que afectaría a los sistemas financieros de otros países europeos.

La prolongada debilidad de la economía alemana también podría afectar la cotización del euro. Si la confianza en la economía alemana disminuye, es probable que la moneda se deprecie, lo que dificultaría la atracción de inversión extranjera directa a la región.


¿Qué puede hacer Alemania para revertir la crisis?

El gobierno alemán ha comenzado a implementar un plan de estímulo, pero sus efectos todavía no se han materializado. Se habla de inversiones en infraestructura verde y digitalización, sectores clave para la transición hacia una economía más sostenible. Sin embargo, el entusiasmo inicial ha disminuido debido a la falta de detalles concretos y a la percepción de que estas medidas no serán suficientes para revertir rápidamente la situación. Algunos expertos creen que es necesario un cambio estructural más profundo, que incluya la reducción de la burocracia, incentivos fiscales y una política industrial más orientada al mercado.

Las medidas que pueden mitigar la recesión incluyen la reducción de los impuestos a las empresas y un enfoque más flexible en la política monetaria. Además, atraer más inversión extranjera directa sería clave, especialmente en sectores como las energías renovables y la tecnología, que aún muestran potencial de crecimiento a largo plazo.


Fuente: 20Minutos