spanish.china.org.cn | 27. 09. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
El próximo capítulo de la economía mundial sigue siendo optimista respecto a China
El Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) celebró el jueves una reunión con el objetivo de analizar y estudiar la situación económica actual y tomar nuevas medidas para el trabajo económico. Xi Jinping, secretario general del Comité Central del PCCh, presidió la reunión. En el encuentro se señaló que los fundamentos de la economía china y las condiciones favorables, como un vasto mercado, una fuerte resistencia económica y un gran potencial, permanecen inalterados. Al mismo tiempo, han surgido nuevas situaciones y problemas en el actual funcionamiento económico. Es necesario adoptar una visión global, objetiva y serena de la situación económica actual, afrontar las dificultades con entereza, mantener la confianza y potenciar eficazmente el sentido de la responsabilidad y la urgencia para hacer un buen trabajo en la labor económica, se dijo en la reunión.
En la reunión se adoptaron disposiciones concretas sobre cómo potenciar las medidas fiscales anticíclicas, ayudar a las empresas a superar las circunstancias difíciles y atender las necesidades vitales básicas de la población. Frente a los riesgos y desafíos, el Comité Central del PCCh navega y gestiona hábilmente situaciones complejas y difíciles, lo que constituye la mayor fuente de confianza y seguridad para la economía china.
En los últimos días, China ha lanzado una serie de «combinaciones» de políticas para apoyar el desarrollo de alta calidad de la economía, «causando sensación en los mercados mundiales», como señaló Reuters. El índice compuesto de Shanghai de China cerró el jueves por encima de los 3000 puntos, mientras que el volumen de operaciones en las bolsas de Shanghai y Shenzhen alcanzó un total de 1,1625 billones de yuanes (165 600 millones de dólares). Las instituciones financieras internacionales, entre ellas Goldman Sachs, UBS Group y Morgan Stanley, se muestran optimistas sobre las perspectivas de los activos chinos. En general, el sector cree que los dividendos superiores a las expectativas, propiciados por las políticas, han impulsado notablemente el mercado.
No sólo China, sino la mayoría de las bolsas de Asia-Pacífico cerraron al alza el jueves. Los 33 subíndices sectoriales de la Bolsa de Tokio en Japón registraron ganancias, y el Índice Compuesto de Precios de las Acciones de Corea subió un 2,88 %. Los efectos positivos se han extendido también a las bolsas europeas, los mercados de materias primas y los mercados de divisas de las economías emergentes. Esto refleja la confianza en los fundamentos de la economía china.
La comprensión por parte del Comité Central del PCCh de la situación económica y sus principios subyacentes, así como la oportuna introducción de una serie de políticas favorables, reflejan una vez más dos hechos fundamentales: en primer lugar, la economía china posee una fuerte capacidad de recuperación y un inmenso potencial, con diversas herramientas políticas bajo ventajas institucionales que garantizan un funcionamiento económico estable y positivo. En segundo lugar, existen amplias y profundas conexiones entre la economía china y la economía mundial. A China sólo le puede ir bien cuando al mundo le va bien. Cuando a China le vaya bien, al mundo le irá aún mejor.
Buscar la verdad a partir de los hechos y ser pragmático permite comprender en profundidad las macrotendencias al tiempo que se centra en cuestiones prácticas; permite resistir las fluctuaciones a corto plazo y fomenta el desarrollo a largo plazo. Esta actitud ha garantizado que la economía china haya logrado resultados notables en las últimas décadas. Cada etapa de desarrollo ha presentado diversos retos, sin libros de texto prefabricados a los que atenerse. También hay muchas opiniones y «predicciones» externas. Sin embargo, en última instancia, existe una trayectoria de desarrollo generalmente ascendente, que acompaña al histórico salto de China desde la pobreza hasta convertirse en la segunda economía del mundo.
En la actualidad, China, que se encuentra en una nueva etapa de desarrollo, no se centra únicamente en las tasas de crecimiento, sino que hace mayor hincapié en «mejorar eficazmente y ampliar adecuadamente la producción económica de China». Al tiempo que garantiza que el crecimiento, el empleo y los precios no experimenten fluctuaciones significativas, y previene y resuelve eficazmente los principales riesgos, China se mantiene firme en su compromiso con un desarrollo de alta calidad. En respuesta a los retos y dificultades a los que se enfrenta la economía, China se adhiere a los principios de perseguir el progreso al tiempo que se garantiza la estabilidad, promover la estabilidad a través del progreso y establecer lo nuevo antes de abolir lo viejo. Las políticas y medidas pertinentes se han introducido de forma oportuna, ordenada y eficaz, mostrando la disposición estratégica interconectada de China en el proceso de profundización de la reforma de forma integral, al tiempo que se destaca la estabilidad y continuidad de sus políticas económicas. A medida que algunas economías se vuelven cada vez más miopes, la política macroeconómica de China demuestra resistencia, con una rica caja de herramientas de instrumentos políticos capaces de hacer frente a diversas incertidumbres internas y externas.
En cuanto a los dividendos del mercado mundial resultantes de las políticas favorables chinas en esta ronda, la opinión pública internacional, especialmente de EE. UU. y Occidente, ha sido relativamente positiva. Ha habido menos comentarios negativos. Algunos medios de comunicación extranjeros han destacado incluso el buen comportamiento de las economías e industrias estrechamente vinculadas a la economía china durante esta oleada de acontecimientos positivos, lo que indica que son muy conscientes de las contribuciones de China a la economía mundial y de las razones lógicas por las que la «disociación» es imposible. Los juicios e informes anteriores solían estar impulsados por necesidades políticas negativas con respecto a China más que por una representación exacta de los hechos.
Actualmente, está surgiendo un nuevo ciclo de confianza en torno a la economía china. Los dividendos que genera en el mercado internacional y en la economía mundial son bien recibidos por la gran mayoría. Esto también reitera que las narrativas pesimistas sobre la economía china no sólo son una lectura errónea de la realidad, sino que también son perjudiciales para la confianza general. China seguirá demostrando su resistencia y capacidad de ejecución, corroborando que el próximo capítulo de la economía mundial sigue siendo optimista respecto a China.