Solución al problema de rendición de cuentas

El fallo en un parche de seguridad publicado por la empresa de ciberseguridad Crowd-Strike provocó el viernes el colapso de los sistemas informáticos mundiales.

“CrowdStrike trabaja activamente con los clientes afectados por un defecto encontrado en una actualización de contenido para Windows”, dijo la compañía en un comunicado. El viernes se disculpó por las interrupciones, afirmando: “Entendemos la gravedad de la situación y lamentamos profundamente las molestias y la interrupción”.

Microsoft parece dispuesta a fingir que es simplemente una víctima y no parte responsable, indicando en una nota de actualización de estado que el problema subyacente quedaba solucionado, pero que los usuarios seguirían sufriendo un “impacto residual”. Esto dista mucho de ser suficiente para apaciguar la indignación, dadas las posibles cuantiosas pérdidas ocasionadas en los sectores del transporte, la información, la industria, la banca, las finanzas, la sanidad y la seguridad.

De hecho, Microsoft monopoliza el mercado en muchos países. Casi 300 firmas de la Fortune 500 utilizan sus sistemas operativos. La empresa debería darse cuenta de que, junto con los enormes beneficios asociados a su dominio de un mercado que reviste una importancia estratégica para la seguridad de diversos rubros, debe asumir las correspondientes responsabilidades y obligaciones sociales para garantizar no solo la fiabilidad de sus sistemas operativos, sino también de sus servicios posventa, que deberían incluir la compensación de pérdidas provocadas por sus compañías asociadas.

Muchos de sus clientes ya han pedido indemnizaciones. Estos llamados no deberían quedar sin resolver. El incidente debe servir para que los responsables políticos y los legisladores de todo el mundo elaboren normativas y leyes más viables que estimulen a estas empresas poderosas en sectores clave a asumir las responsabilidades que les corresponden.