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spanish.china.org.cn | 20. 05. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

La Sección 301 es una herramienta contra China

Palabras clave: Sección 301, arancel
Spanish.china.org.cn | 20. 05. 2024

El Gobierno de Joe Biden impuso el martes aranceles punitivos a los vehículos eléctricos (VE) y sus baterías, paneles solares, acero, aluminio y equipos médicos chinos. Tras una investigación de 4 años en virtud de la Sección 301 de la Ley de Comercio de Estados Unidos de 1974, el gravamen sobre las unidades eléctricas pasará del 27,5 % al 102,5 %.

Al parecer la regulación apunta a tomar medidas "correctivas" contra las prácticas comerciales que considera desleales o que violan las normas del comercio internacional. Sin embargo, ahora se utiliza como arma para frenar el desarrollo de las industrias chinas. Es así que China debe prepararse para otra ronda de pesquisas bajo dicha normativa dirigidas a sus sectores de comercio marítimo, logística y construcción naval, iniciadas en abril en respuesta a una petición presentada el 12 de marzo por 5 importantes sindicatos nacionales.

Estados Unidos fue el mayor constructor naval del mundo durante la Segunda Guerra Mundial, y hasta la década de 1970 fue el líder indiscutible. Pero gracias al rápido avance de Japón, tuvo que ceder el primero puesto en la década de 1980 – cuando el país del sol naciente acumuló la mitad de los pedidos mundiales en el ramo. A finales de los 90, la República de Corea llegó con fuerza y se hizo con una gran cuota mundial, provocando la contracción del sector estadounidense. En aquella época, este campo en China era mínimo y no tuvo nada que ver con el declive de Estados Unidos.

El ascenso de la industria naval china comenzó en serio en la década de 2010, y a finales del año pasado, representaba el 50,2 % del tonelaje mercante (42,32 millones de toneladas de registro bruto) producido en el mundo, desplazando a la República de Corea y a Japón al segundo y tercer puesto. Estados Unidos, por su parte, ocupó menos del 1 % del total en 2022, ya que su producción fue de solo 0,6 millones de toneladas en bruto.

En los últimos 80 años, el liderazgo mundial en el ramo de construcción naval ha pasado de Estados Unidos y el Reino Unido a Japón, la República de Corea y China. Es una tendencia económica y nada tiene que ver con las políticas comerciales de China.

Mientras tanto, Estados Unidos se centró en una serie de nuevos sectores, como la tecnología de la información y las comunicaciones, los grandes datos, la inteligencia artificial, la supercomputación y la biotecnología y, al igual que la construcción naval durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo para sí la mitad de la producción mundial de semiconductores. Del mismo modo, China solía ser el mayor fabricante mundial de calzado y ropa, pero su cuota ha ido disminuyendo en la última década. Esto refleja, entre otras cosas, que la industria naval estadounidense decayó por el fenómeno de transferencia del gradiente industrial, no por la competencia con China.

Los sindicatos en el país norteamericano tienen todo el derecho a expresar su preocupación y profundizar en las verdaderas razones de la caída, y la Oficina del Representante Comercial está obligada a asistirles. No obstante, en lugar de hacerlo, utiliza la Sección 301 para atacar a las industrias chinas.

La Ley de Comercio de 1974 no tiene jurisdicción en otros países. Por lo tanto, Estados Unidos y China, ambos miembros de la Organización Mundial del Comercio, deben remitir sus disputas comerciales al mecanismo de solución de diferencias de este.

La cláusula 23 de las normas de solución de diferencias de la OMC establece que ningún miembro tiene derecho a declarar que otro miembro ha infringido una regulación: solo este mecanismo tiene la potestad de hacerlo. Sin embargo, los miembros tienen derecho a presentar reclamaciones en busca de reparación.

En agosto de 2018, China presentó una queja ante esta instancia contra Estados Unidos por imponer aranceles adicionales a sus productos a partir de una investigación de la Sección 301. En septiembre de 2020, el mecanismo dictaminó que los tributos iban contra las normas de la OMC y, por lo tanto, eran ilegales.

Alegando que las políticas de subvenciones estadounidenses discriminan a los fabricantes de automóviles extranjeros, socavan los esfuerzos mundiales para la adopción de VE y distorsionan la competencia leal, China interpuso en marzo una queja formal contra la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos.

Es de esperar que este adopte el enfoque correcto en este asunto y que la oficina comercial abandone la investigación de la Sección 301 y recurra al mecanismo de solución de diferencias de la OMC para examinar el tema de la construcción naval china. Y puesto que el mecanismo permite a las partes contendientes entablar consultas, China y Estados Unidos deberían poder resolver el problema de manera amistosa.