¿Por qué no hay "exceso de capacidad" en el Salón del Automóvil de Beijing?

Tras un paréntesis de casi 4 años, el Salón Internacional del Automóvil de Beijing 2024 (18º) arrancó el jueves, con más de 1500 empresas expositoras, 278 modelos de nuevas energías, 117 estrenos mundiales y 163 conferencias de prensa, demostrando así las nuevas tendencias en el sector en China y en el exterior, así como de manera vívida, la razón por la que China es el líder de los vehículos de nuevas energía y lo que esto entraña para el mundo.

Los visitantes tuvieron que hacer fila durante más de 40 minutos antes de acceder a la entrada principal del pabellón de exhibiciones. Muchos también la hicieron para comprar comida en el restaurante del sitio. Las salas de algunas empresas se veían abarrotadas. Los jefes de las “celebridades de internet” de las principales compañías del rubro automotor estuvieron presentes en la muestra compitiendo en popularidad y mercadotecnia... Manifestaciones concretas del gran arraigo del evento este año. Esta vez, las marcas nacionales fueron el pilar y los vehículos de nuevas energías las estrellas del momento. Las expectativas son grandes en torno a los nuevos modelos y las tecnologías a develar de los fabricantes chinos.

Varias personas se han percatado de la mayor afluencia de extranjeros en esta edición, y la actitud de estos productores no ha cambiado significativamente. BMW, Mercedes-Benz y Audi trajeron expositores y modelos de lujo. Los ejecutivos de las multinacionales no solo vinieron a promocionar su oferta, sino también a estudiar detenidamente la tecnología y el diseño de los autos chinos de nueva generación. Un número considerable de distribuidores extranjeros, proveedores, medios de comunicación e incluso propietarios de vehículos acudieron a la muestra. Imágenes de un grupo de surcoreanos observando modelos chinos de nuevas energías ganaron adeptos en las redes. La sociedad china guarda una actitud muy abierta al respecto. La apertura siempre ha sido el lema del Salón del Automóvil de Beijing.

En la era de los coches de combustible tradicional, la industria china desempeñó generalmente un rol receptor, pero nunca claudicó en el desarrollo de marcas independientes e innovación. Apoyándose en la acumulación tecnológica obtenida a lo largo de años de exploración y en las enormes ventajas de su capacidad de producción moderna, los dividendos de ingeniería y el mercado interno, las empresas del ramo llevaron la delantera con la oportunidad histórica de transformación del auto de combustible al de nuevas energía. En 2023, sus exportaciones superaron a Japón por primera vez para ocupar el primer puesto mundial. En el primer trimestre de 2024, China vendió 1,3 millones de unidades, un aumento interanual del 33,2 %, siguiendo este impulso.

El patrón de esta industria en el mundo no había experimentado grandes giros en muchos años, y el motor clave de ello es la revolución tecnológica. Es algo normal, pero ha puesto a prueba los nervios demasiado sensibles de algunos occidentales. Sin embargo, no ha habido nada del “exceso de capacidad”, “debilitamiento de la demanda” y “abandono de China” que esperaban en esta exposición, ni “empresas chinas exprimiendo a las extranjeras”. Lo que se ve es gente que aprende de los puntos fuertes de los demás para lograr una cooperación beneficiosa. Exageran la “sobrecapacidad” de vehículos de nuevas energías chinos y crean una narrativa apegada a valores y hegemonismo en un intento de frenar y limitar el desarrollo industrial chino. Su propósito principal es utilizar las políticas de protección comercial y la ofensiva de la opinión pública para interrumpir el impulso del rubro chino de vehículos de nuevas energías.

¿Por qué es tan popular el Salón del Automóvil de Beijing? Por la demanda del mercado internacional, especialmente por el gran interés y entusiasmo que despiertan los avances tecnológicos en los vehículos de nuevas energías. Según cálculos de la Agencia Internacional de la Energía, para alcanzar el objetivo de neutralidad de carbono, las ventas mundiales de estas unidades deben sumar más o menos 45 millones en 2030, 4,5 veces más que en 2022. Esto demuestra que la demanda internacional es real y que no existe en absoluto un “exceso de capacidad”. Puede que la revolución de la energía verde estimule una ronda de reformas industriales, y que la competencia en el mercado sea cruel, pero no es en absoluto el tipo de competencia a vida o muerte que algunos occidentales tienen en mente.

Las empresas chinas no temen a la competencia, pero ésta debe ser justa y leal. Las de vehículos de nuevas energías cumplen un rol de colaborador industrial y competidor sano, lo que no solo beneficia a los consumidores, sino también a un gran número de países en desarrollo. De esta manera compensa el insuficiente y desequilibrado desarrollo mundial en la capacidad de producción ecológica de alta calidad y, al mismo tiempo, anima a las empresas del rubro más tradicional a invertir más energía y recursos en la transformación ecológica. En este sentido, el enfoque correcto para el mundo es trabajar juntos a fin de aprovechar las oportunidades que brinda el desarrollo de las industrias verdes.