Red de satélites espía de SpaceX es un gran paso hacia la "militarización espacial"

SpaceX realiza el tercer vuelo de prueba de la nave espacial Starship el 14 de marzo de 2024. El cohete entró en el espacio varios minutos después del lanzamiento desde la base estelar de Boca Chica (Texas) y logró gran cantidad de objetivos antes de perder contacto con tierra, informó la prensa. AFP

La creciente presencia de SpaceX en el campo militar estadounidense supone una nueva amenaza para la paz y la estabilidad mundiales, e incluso puede repercutir en la vida de la gente común en todo el mundo, advirtieron los expertos luego de conocerse de que la empresa construye una potente red de satélites espía para las agencias de inteligencia del país norteamericano.

El gigante espacial estaría implementando una red de satélites espía en virtud de un contrato clasificado por un valor de 1800 millones de dólares con una agencia de inteligencia estadounidense llamada Oficina Nacional de Reconocimiento (ONR), señaló un reporte exclusivo de Reuters el sábado, citando fuentes cercanas al programa.

La unidad comercial especial de SpaceX, Starshield, está a cargo del proyecto, revelaron, que de tener éxito, mejorará mucho la capacidad del ejército estadounidense en la detección rápida de blancos potenciales "en casi cualquier parte del mundo", agregó el informe.

La razón por la que esta oficina eligió a SpaceX radica principalmente en la ventaja de poseer varios pequeños satélites en órbita, lo que permite un alcance máximo de más niveles orbitales, sostuvo el domingo Wei Dongxu, experto militar y comentarista de medios en Beijing.

"El gran número de satélites posibilita la vigilancia de una zona determinada sin puntos ciegos, en cobertura y en duración en el tiempo, creando así una red de espionaje integral por encima de todos los países del mundo", constató Wei.

Starshield nació en diciembre de 2022, cuando la firma anunció que estaba "ampliando su tecnología de satélites Starlink a un uso militar”. Los destinatarios de Starshield incluyen el Pentágono y otras agencias de seguridad nacional.

Aunque la compañía ha buscado por todos los medios desligar ambas unidades para calmar las preocupaciones públicas, a nadie se le escapa que la línea no es clara. Starshield utilizará la constelación de satélites Starlink en la órbita terrestre baja para satisfacer las crecientes necesidades de las agencias de defensa e inteligencia estadounidenses, reportó la prensa, lo que difumina aún más la frontera entre el uso civil y militar.

Antes de este programa, el Pentágono ya era un cliente relevante de SpaceX con el uso de sus cohetes Falcon 9 para enviar una docena de cargas útiles militares al espacio, señaló la prensa.

"Este acto es muy peligroso", dijo Wei, ya que una vez que el espacio devenga otro escenario de la carrera armamentística, los activos de la compañía podrían estar en riesgo. Además, si esta red satelital espía se ve envuelta en una "guerra espacial" instigada por Estados Unidos y, por lo tanto, plantea amenazas a otros países, SpaceX podría ser objeto de represalias o contraataques.

Wang Yanan, redactor jefe de la revista “Conocimiento aeroespacial”, cree que los países y regiones tomarán sin duda contramedidas una vez que la red esté operativa, como trasladar las instalaciones bajo tierra o utilizar camuflaje óptico para ocultarse. Por lo tanto, obtener información sensible no será tan fácil para la inteligencia estadounidenses, argumentó.

No obstante, los observadores estiman que la red supondrá una nueva amenaza para la paz y la seguridad mundiales. "El extenso reconocimiento por parte de los servicios de inteligencia estadounidenses de países o regiones de interés hará inevitablemente que algunas cuestiones candentes sean más delicadas o graves, y también hará que las ya de por sí complejas relaciones internacionales sean más difíciles de gestionar”, destacó Wang.

Wei alertó que el sistema de satélites no solo vigilará objetivos militares, sino también civiles, exponiendo potencialmente la vida cotidiana de la gente, lo que tendrá sendas implicaciones negativas para la seguridad de la información y la protección de la intimidad de las personas en el mundo.

Mientras Estados Unidos exagera sin descanso la "creciente amenaza" de China en el espacio y aboga por la "desmilitarización", no ha dejado de aumentar su capacidad militar en dicho ámbito, con el verdadero fin de lograr una posición dominante en tecnología espacial que respalde su superioridad. "Debido a las instigaciones de Estados Unidos, es posible que al final tengamos que enfrentarnos al hecho de que el espacio devenga un nuevo campo de batalla", acotó Wang.