China emite primer fallo mundial en derechos de autor por imágenes IA

El cuadro comparativo muestra a Ultraman Tiga y capturas de pantalla de las principales imágenes producidas por la demandada. Foto: Diario de Negocios del Siglo XXI

China emitió un fallo por violación de derechos de autor en un servicio generado por inteligencia artificial (IA), el primero vinculante de este tipo en el mundo; una respuesta legal al dilema de si los contenidos generados por proveedores de IA infringen derechos de autor, informó la prensa el lunes.

Según el Diario de Negocios del Siglo XXI, el Tribunal de Internet de Guangzhou dictaminó que una firma de IA había infringido los derechos de autor y de adaptación de obras de Ultraman del demandante en el proceso de prestación de servicios de generación de contenido por IA, y debía asumir la responsabilidad civil pertinente.

El protagonista de este caso fue el super IP Ultraman. El titular de los derechos de autor de las obras de "Ultraman" autorizó en exclusiva los derechos de autor de las imágenes de la serie al demandante, mientras que el demandado operaba un sitio web de servicios de conversación y pintura generada por IA.

El accionante descubrió que al solicitar a la página web las imágenes, estas eran muy similares a las suyas. Además, la función de dibujo era un servicio exclusivo para miembros, que requería el pago de cuotas adicionales.

El demandante consideró que el inculpado, sin autorización, utilizaba ilícitamente sus derechos para alimentar a su modelo y generar imágenes parecidas, y mediante la venta de membresías y otros servicios de valor añadido obtenía beneficios ilegales, causándole un grave perjuicio.

La sentencia demostró que las imágenes generadas por el imputado, copiaban parcial o totalmente la obra artística original. Por lo tanto, hubo copias no permitidas y violación de los derechos de reproducción del demandante. Además, algunas de las imágenes generadas formaban nuevas características basadas en la expresión original, contraviniendo los derechos de adaptación del demandante.

Zhou Chengxiong, subdirector del Centro de Consulta e Investigación de Cuestiones Estratégicas de la Academia China de Ciencias, declaró el martes que el veredicto puede desalentar a algunas empresas chinas de IA en invertir y seguir desarrollándose, ya que pueden percibir que los riesgos legales son demasiado altos.

Zhou afirmó que es probable que el menor entusiasmo por la inversión obstaculice la innovación tecnológica, lo que podría ampliar la brecha entre China y otras potencias en IA en medio de una feroz competencia internacional.

Además, el fallo especifica el deber de diligencia de los prestatarios de servicios de IA generativa. Dado que los usuarios no son conscientes de los riesgos potenciales de infracción de los derechos de autor para otros, especialmente para los que ejercen dichos derechos, los que ofrecen el servicio deben recordárselos a través de acuerdos.

Además, deben establecer un mecanismo de denuncia para facilitar a los titulares de derechos su protección. Si el contenido generado por IA causa confusión o una identificación errónea entre el público, los prestatarios tienen la obligación de etiquetar claramente el contenido en una ubicación o zona razonable.

La sala enfatizó que, teniendo en cuenta que la industria de la IA generativa se encuentra todavía en sus primeras fases de desarrollo, es necesario equilibrar la protección de los derechos y el desarrollo del rubro, y no es apropiado imponer una carga excesiva a los proveedores, pero estos deben cumplir un deber de diligencia razonable y asequible con el fin de contribuir al establecimiento de un sistema de gobernanza de la IA al estilo chino que promueva tanto la seguridad como el avance, el equilibrio y la inclusión, así como la innovación y la protección.

La instancia concluyó que el demandado debía pagar una indemnización por pérdidas económicas equivalentes a 10 000 yuanes (1389 dólares).

En noviembre de 2023, el Tribunal de Internet de Beijing indicó que una imagen de IA en un litigio sobre propiedad intelectual era una obra de arte protegida por la ley de derechos de autor, lo que constituye el primer caso de este tipo en China.