Un importante aporte de China a la lucha antiterrorista mundial

La Oficina de Información del Consejo de Estado de China publicó el martes un libro blanco titulado "Marco jurídico y medidas antiterroristas de China"; el primero de su tipo completo sobre el tema. Frente a este enemigo común de la sociedad humana, la construcción científica y eficaz del sistema legal antiterrorista chino queda plasmada en este documento de 13 000 palabras; una valiosa referencia para su lucha mundial. Quienes han criticado las acciones del país deberían leerlo concienzudamente ya que ofrece una comprensión diferente, claro está, sin partir de posturas preconcebidas.

El terrorismo es el adversario común de la humanidad y cómo combatirlo eficazmente y de acuerdo con la ley es un reto global. El libro blanco, en sus siete capítulos, presenta una visión panorámica de cómo China ha explorado gradualmente un camino de Estado de Derecho adaptado a sus condiciones.

El reporte proporciona respuestas detalladas a varias cuestiones relevantes de su lucha, como la definición de terrorismo, los criterios para identificar sus actos y la relación entre su combate y la salvaguarda de los derechos humanos. Es una contribución significativa a cómo encarar el problema a nivel planetario.

China, un país populoso, multiétnico y con un vasto territorio, enfrenta una amenaza terrorista de grueso calibre. La complejidad y gravedad de su situación son consideradas elevadas en el mundo. Sin embargo, no se puede negar que sus esfuerzos han sido eficaces e incluso notables. Desde 2017, no se ha producido ningún atentado de consideración en el país, lo que es especialmente destacable en medio del turbulento contexto internacional. No muchos países han logrado esto. El libro blanco subraya que ha sido posible bajo el estricto cumplimiento de la ley.

La seguridad social y un entorno estable han devenido un estado de bienestar clave para los chinos y extranjeros que viven, trabajan o viajan por China. Es como el aire, a menudo imperceptible en tiempos ordinarios, pero su relevancia solo aflora una vez perdido. Mas a diferencia del aire, un ambiente seguro y estable no se da de forma natural; requiere una labor continua. Las prácticas y acciones eficaces de China, presentadas en el informe, fueron posibles gracias a profundos sacrificios, incluida la sangre de víctimas inocentes y valientes guerreros. Estamos frente a un documento de peso y, lo que es más, de gran valía.

China ha conseguido frutos vitales en esta empresa, pero, al mismo tiempo, este campo de batalla es uno de los que recibe más rumores por parte de Estados Unidos y los países occidentales. Ellos aplican un "doble rasero", politizando y militarizando los derechos humanos para atacar la labor de otros países al respecto. Este tipo de comportamiento salta más a la luz cuando hablamos de China. Crear una oposición entre derechos humanos y lucha antiterrorista, y entre esta y Estado de derecho es la confusión más flagrante urdida por la opinión pública occidental en la labor antiterrorista de China. Es un perjuicio secundario para sus víctimas inocentes. El libro blanco ayuda a la gente a ver a través de estas distorsiones malintencionadas y expone lo peor de quienes ostentan malas intenciones al revelar sus motivos siniestros.

¿Por qué los países invierten tanto esfuerzo y recursos en la lucha antiterrorista y, sin embargo, este continúa vivo en el mundo, con resultados deplorables pese al arduo trabajo? Abordar esta cuestión exige mencionar el "doble rasero" de Estados Unidos y los países occidentales. Solo califican de terroristas a quienes suponen una amenaza para ellos. Para algunas fuerzas y países, basta que no sean de su agrado o que no estén alineados con sus intereses para ser tachados como tal. Sorprendentemente, algunos individuos calificados así por países en desarrollo devienen invitados de honor en ellos y reciben refugio y apoyo.

La lucha antiterrorista es crucial para la seguridad mundial y no puede ser abordada arbitrariamente por unos pocos países. Este libro blanco atiende fundamentalmente conceptos vitales vinculados con esta batalla en la teoría y la práctica. Garantizar que la tarea se lleve a cabo en un marco de Estado de Derecho es un consenso universal en la comunidad internacional actual, y China ha validado sistemáticamente este principio. Sus acciones son parte de la regulación internacional y el informe ilustra claramente este punto.