Universitarios chinos envían oso de peluche al espacio

Captura de pantalla del sitio web

Un vídeo publicado el martes en Douyin, la versión china de TikTok, con el recorrido de un oso de peluche al espacio en un globo ganó popularidad en las redes sociales chinas. Muchos lucieron impresionados por la audacia del autor.

En las imágenes, el juguete emprende el viaje desde la ciudad costera de Ningbo, a través de regiones montañosas y ríos, hasta la frontera entre Fuxin (Liaoning) y Tongliao (Mongolia Interior). Tras una serie de preparativos, como la medición del peso, la comprobación de la temperatura y el ajuste del equipo, el oso asciende atado a un globo de helio, surca las nubes y alcanza una altitud de unos 28 000 metros donde es visible el halo azul de la Tierra. Hasta el miércoles por la noche, la publicación había cosechado más de 500 000 "me gusta" y 40 000 comentarios en solo dos días.

El video fue realizado por Li Zhenghan y su equipo de estudiantes del último año de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de Nottingham Ningbo China en la provincia oriental de Zhejiang,

"Desde niño he soñado con el campo aeroespacial. Por desgracia, no pasé el examen médico final para pilotos en el instituto y no pude sumarme a las filas de la Fuerza Aérea, pero mi deseo de ver el paisaje celestial no terminó”, declaró Li al periódico local Diario de Zhejiang.

Según el joven, la idea de enviar un oso al espacio surgió tras ver experimentos similares en internet. Sin embargo, debido a la falta de conocimientos, el entonces universitario no tenía ni idea de cómo empezar. Tras 4 años de estudio, Li se sintió preparado para poner en marcha el proyecto con su compañero Wang Zechen. Ambos eligieron al oso como mascota con motivo del 20  aniversario de su universidad, la primera chino-extranjera del país. Pasaron dos meses de preparativos con equipos y en laboratorios de la universidad. Luego, decidieron lanzar el globo desde la ciudad natal de Li, en el noreste de China, donde el terreno y el tiempo eran más adecuados. Entre bastidores, las cosas no fueron tan fáciles como parecían. Apenas 5 horas antes del lanzamiento, se quemó un puerto de alimentación del equipo y el infortunio no quedó ahí: problemas con el cableado del ventilador de refrigeración, detección inesperada de vientos del oeste a gran altitud y múltiples neumáticos reventados a lo largo de la ruta.

A pesar de los contratiempos, la determinación prevaleció y el proyecto acabó levantando el vuelo después de la Fiesta Nacional. El peluche aterrizó en un arrozal 26 minutos después de alcanzar su altura máxima.