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spanish.china.org.cn | 02. 06. 2023 | Editor:Eva Yu [A A A]

Príncipe Hussein, heredero al trono de Jordania, se casa en fabulosa boda árabe

Palabras clave: Príncipe Hussein, boda

El príncipe Hussein, heredero al trono de Jordania, se casó el jueves en medio de una gran fanfarria y en una brillante ceremonia que los líderes del país —respaldados durante mucho tiempo por Occidente como una influencia estabilizadora en una región volátil—, esperan que refuerce las relaciones locales ylas alianzas globales.

El príncipe Hussein, de 28 años, nombrado heredero por su padre, el rey Abdullah en 2009, se casó con la arquitecta saudita Rajwa Al Saif, de 29 años, que proviene de una familia prominente con vínculos con la dinastía gobernante de su país. Jordania ha dependido durante mucho tiempo del apoyo occidental para apuntalar su economía, uno de los mayores receptores per cápita de ayuda estadunidense y europea del mundo, y los observadores esperan que la boda también lo acerque a la potencia regional en su frontera sur.

Se contempló la asistencia el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, según funcionarios jordanos, y las mesas del banquete estarán repletas de la realeza europea y asiática y también de importantes figuras estadunidenses, incluida la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y los príncipe de Gales de Reino Unido, William y Kate. La novia vistió un vestido blanco con un verso de un poema árabe bordado en oro: "Cuando te veo, la vida se vuelve dulce".

El príncipe Mohammed visitó Jordania por última vez hace un año después de años de tensiones, lo que también generó esperanzas de que los lazos más cálidos desbloquearían un apoyo económico más completo. La boda también es un hito en el camino de Hussein hacia la monarquía, y funcionarios y expertos dicen que el rey Abdalá se siente más seguro de que ahora se cimentará la preciada estabilidad de su país.

El Rey había destituido a su medio hermano menor, Hamza, como heredero designado en 2004. Fue acusado más tarde de conspirar para derrocar al monarca en un complot de inspiración extranjera, pero Jordania no ha visto los levantamientos que derrocaron a los líderes vecinos y escapó relativamente ileso de la agitación presenciada en la región en la última década.

En los últimos años, Hussein, quien es graduado de la Universidad de Georgetown educado en Estados Unidos y un oficial de Sandhurst —la escuela militar británica—, ha asumido cada vez más los deberes de un futuro rey en el país de 11 millones, codeándose con líderes mundiales, incluido el presidente estadunidense Joe Biden. 

En la cumbre de la Liga Árabe en Jeddah el mes pasado, caminó junto a su padre para saludar al príncipe heredero Bin Salman. Los tres fueron fotografiados juntos. En casa, se ve regularmente a Hussein presidiendo reuniones de agencias gubernamentales. De acuerdo con las costumbres de la familia hachemita, que afirma descender del profeta Mahoma y gobernó La Meca durante siglos, las ceremonias públicas comenzaron cuando Hussein y su novia se casaron en el palacio Zahran de Amman.

Los jordanos podrán vislumbrar a su futuro rey y reina mientras su convoy toma una ruta de diez kilómetros a través de las calles de la ciudad bajo fuertes medidas de seguridad. A pesar de sus imperfecciones, muchos jordanos dicen que prefieren la continuidad del sistema monarquico de su país, señalando los años de conflicto que han devastado a los vecinos Irak y Siria.

"Para nosotros, los hachemitas son una válvula de seguridad", dijo Alia Ibrahim, maestra en una escuela privada en Amman.

El deseo de Washington de tener un aliado estable en una región que de otro modo sería volátil significa que a menudo también ha hecho la vista gorda ante las lentas reformas democráticas de Jordania y su historial mixto de derechos humanos. Estados Unidos mantiene bases militares en Jordania y realiza ejercicios de entrenamiento conjuntos con regularidad.

El reino se está recuperando lentamente después de años de lento crecimiento y alto desempleo bajo el último de muchos programas del Fondo Monetario Internacional. Aún así, muchos han organizado protestas por la reducción del costo de vida, incluidos los disturbios mortales del año pasado por el aumento de los precios del combustible, y algunos critican la boda del príncipe como un desperdicio de recursos públicos.

"¿Cómo podemos ser felices cuando luchamos por mejorar nuestra vida diaria? Es la boda del príncipe, no la nuestra", dijo Abdullah al-Fayez, un militar retirado que vive con escasos ahorros en las afueras de Amman.


Fuente: Excelsior