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spanish.china.org.cn | 29. 03. 2023 | Editor:Eva Yu [A A A]

El Telescopio espacial Webb revela un misterioso exoplaneta cercano sin atmósfera

Palabras clave: Telescopio espacial Webb, misterioso exoplaneta


TRAPPIST-1b es un exoplaneta rocoso descubierto en 2017 que orbita alrededor de una estrella pequeña.NASA, ESA, CSA, J. Olmsted (STScI), T. P. Greene (NASA Ames), T. Bell (BAERI), E. Ducrot (CEA), P. Lagage (CEA)


El equipo internacional de investigadores detrás del telescopio espacial James Webb ha informado de numerosos hallazgos que se han hecho con su tecnología desde su lanzamiento hace ya más de un año. La Agencia Espacial Europea (ESA), que forma parte del proyecto del Webb, explicó ayer en un comunicado que lo habían usado para medir la temperatura del exoplaneta rocoso TRAPPIST-1b, descubierto en 2017 y situado a 41 años luz de la Tierra. 

El instrumento infrarrojo medio (MIRI) del telescopio fue el que usaron para analizar la temperatura, ya que es capaz de medir la energía térmica emitida en forma de luz infrarroja. Según los datos recogidos, el lado diurno del cuerpo celeste se acerca a los 500 kelvins, que equivalen a 230°C.

"Estas observaciones realmente aprovechan la capacidad de infrarrojo medio de Webb -señala Thomas Greene, astrofísico del Centro de Investigación Ames de la NASA y autor principal del estudio-. Ningún telescopio anterior ha tenido la sensibilidad para medir una luz tan tenue del infrarrojo medio". 

Con los resultados obtenidos, los investigadores podían deducir si el exoplaneta, que orbita una estrella pequeña, contaba con una atmósfera que propiciase condiciones de habitabilidad. Según la ESA, la conclusión a la que han llegado es que la información "sugiere que TRAPPIST-1b no tiene una atmósfera significativa", es decir, es casi inexistente.

Lo que se conocía hasta ahora de TRAPPIST-1b es que tiene una distancia orbital de aproximadamente una centésima parte de la de la Tierra y que recibe unas cuatro veces más cantidad de energía que la Tierra obtiene del Sol. Esto se debe a que forma parte de un sistema planetario que gira alrededor de una estrella pequeña (estrella M).

"Hay diez veces más de estas estrellas en la Vía Láctea que estrellas como el Sol –comenta Greene-, y tienen el doble de probabilidades de tener planetas rocosos que estrellas como el Sol. Pero también son muy activos: son muy brillantes cuando son jóvenes [las estrellas pequeñas] y emiten bengalas y rayos X que pueden acabar con una atmósfera".

Para comprender la posibilidad de que se den condiciones de habitabilidad en planetas rocosos que orbitan estrellas M, TRAPPIST-1 "es un gran laboratorio", según Elsa Ducrot, de CEA (Francia) y coautora del estudio.


Fuente: 20 Minutos