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spanish.china.org.cn | 23. 03. 2023 | Editor:Eva Yu [A A A]

Macron amenaza con endurecer medidas frente a las protestas

Palabras clave: Macron, protestas


Con el país en llamas y la cólera desbordada por las calles, el presidente de Francia, el conservador Emmanuel Macron, advirtió a los manifestantes -a los que tildó de “facciosos” y “muchedumbre”- que “no toleraremos ningún desbordamiento”, para lo que movilizará más de 12 mil agentes policiales en todo el país para la jornada de la huelga general de este jueves.

En una entrevista televisiva, en las cadenas France2 y TF1, Macron además confirmó que no alterará su hoja de ruta: aprobará su plan de reforma del sistema público de pensiones, no hará cambios en su gobierno y en ningún caso permitirá la celebración de un referendo para consultar a la ciudadanía.

Desde que el pasado jueves, la primera ministra Élisabeth Borne confirmó en la Asamblea Nacional que utilizarían el artículo 49,3 para aprobar la reforma, es decir que se haría por decreto, las movilizaciones ciudadanas contra la iniciativa se intensificaron en todo el país. Los sindicatos anunciaron huelgas indefinidas en varios sectores, entre ellos el de las refinerías, las gasolineras, los trenes de pasajeros y la recogida de basura. Y las protestas de trabajadores y estudiantes han sido masivas y permanentes, sin descanso y sin tregua, en las principales ciudades del país.

El ministerio del Interior francés ha informado hasta ahora de la detención de más de mil personas, la mayoría en París, donde las protestas han sido multitudinarias, y de que hasta la fecha el recuento de los policías heridos es de “94”.

En este contexto, y en la víspera de la séptima huelga general de las últimas semanas, Macron concedió su primera entrevista televisiva desde el estallido de la crisis. Y ahí se reafirmó en su plan, que, según él, pretende equilibrar las finanzas públicas para hacer viable el sistema público de pensiones del país.

El plan de Macron aspira a aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, el año de cotización de 42 a 43, y eliminar una serie de derechos adquiridos por colectivos de trabajadores del sector público.

“La reforma de las pensiones no es un lujo ni un placer, sino una necesidad. Y estoy dispuesto a asumir la impopularidad de ponerla en marcha por el bien del país”, aseguró. Y añadió que “esta reforma es necesaria. Y le digo a los franceses que no me produce ningún placer. No la hubiera querido hacer. Pero yo no busco salir reelegido. Entre los sondeos y el corto plazo y el interés general del país, elijo el interés general del país y si hace falta asumir la impopularidad del país, la asumo”.

Acto seguido, Macron se refirió a los manifestantes como ha venido haciendo en los últimos días, llamándolos “facciosos” y “muchedumbre”, a los que les advirtió que “no puede aceptar ni a los facciosos ni las facciones. No toleraremos ningún desbordamiento”, al comparar la situación de las protestas en Francia con los acontecimientos ocurridos por la extrema derecha en Brasil, por los seguidores de Jair Bolsonaro para impedir la investidura de Lula da Silva, y por los simpatizantes de Donald Trump en Estados Unidos cuando tomaron por asalto el Capitolio.

Después de la entrevista de Macron, las reacciones de los dirigentes políticos y los sindicatos fue inmediata. El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, aseguró que “Macron puso más explosivos en un infierno ya bien encendido”. Mientras que el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, reprochó a Macron su “tradicional muestra de desprecio sobre el pueblo francés y hacia quienes no comulgan con sus medidas”, según declaraciones emitidas en la televisión BFMTV.

Mientras que la diputada de izquierda Mathilde Panot publicó en su cuenta de Twitter que “Macron vive en una realidad alternativa. Es arrogante, mentiroso e irresponsable”. Desde la extrema derecha, la líder de Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, acusó a Macron de “llevar al país a un estallido social”.

El líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, se acusó a Macron de que “sólo considera válidas las propuestas alternativas si están de acuerdo con él”. Mientras que desde la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, hizo un llamado “masivo a los trabajadores de este país a manifestarse en contra de esta reforma de las pensiones que, les recuerdo, es rechazada por el 94% de la población trabajadora”.

Mientras en las calles de París, de Montpellier, de Burdeos y de Nantes continuaron las movilizaciones, a las que se han sumado muchos jóvenes. Como Lucie, de 20 años y estudiante de la Sorbona de París, y que explicó en una entrevista en el diario Le Monde: “Estoy aquí para desafiar a un régimen que quiere ser democrático pero no respeta la opinión que se manifiesta y que nos define como `muchedumbre que no tiene legitimidad´.

Pero recuperaremos nuestra legitimidad manifestándonos, bloqueando calles y edificios. Hace una semana que bloqueamos La Sorbonne Nouvelle y mañana volveremos a estar ahí y el resto de días”. Al igual que Zéphyr, un estudiante de desarrollo sustentable, que explicó que decidió movilizarse y protestar porque “mi padre tiene 62 años, trabajaba en una fábrica de papel y se mató trabajando. Acaba de jubilarse anticipadamente. Me atrevo a esperar que las manifestaciones cambien algo. Aunque reconozco que tengo miedo de la violencia policial, miedo de terminar en un hospital”.

Precisamente sobre el uso de la violencia excesiva por parte de la policía, el Sindicato Nacional de Periodistas de Francia (SNJ) difundió un comunicado en el que informó que habían notificado a la Defensora de los Derechos, Claire Hédon, “sobre la violencia de la policía contra los periodistas en las manifestaciones contra la reforma de las pensiones”.

En la carta le solicitan a la defensora que se investigue estas “acciones completamente contrarias a los estándares democráticos más básicos para garantizar la seguridad de los periodistas y los medios en sus coberturas, para garantizar su integridad física”. Además denunciaron “detenciones arbitrarias y brutales de periodistas, así como actos encaminados a impedir que puedan captar imágenes de la policía”.


Fuente: La Jornada