China pide a EE.UU. no politizar origen de la COVID-19 tras firma de proyecto de ley

Caricatura del presidente de EE.UU., Joe Biden, pidiendo al servicio de inteligencia una historia sobre el origen de la COVID-19.

China instó el martes a Estados Unidos a dejar de politizar el rastreo de los orígenes de la COVID-19 en fuerte oposición a la firma de su presidente Joe Biden de un proyecto de ley que requiere la desclasificación de información relacionada con el tema que exagera la hipótesis de una "fuga de laboratorio" sin evidencia.

Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, expresó la insatisfacción del país en la rueda de prensa del martes sobre dicho proyecto de ley al señalar que distorsiona los hechos, fabrica información falsa, exagera la "teoría de la fuga de laboratorio" sin evidencia, difama y ataca a China.

La "Ley de origen de la COVID-19 de 2023" fue aprobada por el Senado y la Cámara de Representantes a principios de mes y Biden la rubricó el lunes.

"Mi gobierno continuará revisando toda la información clasificada vinculada con los orígenes de la COVID-19, incluidos los posibles lazos con el Instituto de Virología de Wuhan", afirmó Biden en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

Wang reprobó el accionar irresponsable de Washington al hacer comentarios poco apropiados sobre los estudios de la Organización Mundial de la Salud en dicho rastreo y reprimir a los científicos que defienden la conciencia.

Politizar el tema solo obstaculizará el rastreo mundial y la cooperación científica, dividirá la solidaridad en la lucha contra la COVID-19 y socavará el mecanismo de gobernanza de la salud global, advirtió Wang, exhortando a Estados Unidos a dejar de politizar el asunto y responder a las preocupaciones razonables de la comunidad internacional, incluido compartir sus casos sospechosos, abrir Fort Detricks y otros laboratorios biológicos, señaló Wang.

Los temas relacionados con la COVID-19 son hiperpolíticos en Estados Unidos y no plenamente científicos. El virus nunca ha sido tratado como tal problema desde el gobierno de Donald Trump hasta el actual, lo que implica que el rastreo científico del origen no comprende a Estados Unidos en lo absoluto, dijo Li Haidong, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, el martes.

Permitir que el departamento de inteligencia se ocupe de una cuestión de ciencia lo dice todo. Las agencias de inteligencia estadounidenses han destacado en los últimos 30 años por brindar análisis "complacientes" que tergiversan la verdad para satisfacer necesidades políticas específicas, desviándose de sus funciones originales a fin de proporcionar estudios independientes que están cerca de los hechos para los que toman las decisiones, anotó Li.

Los informes de inteligencia se han utilizado para estigmatizar, demonizar y difamar a China, acotó y advirtió que la politización de la inteligencia conducirá a grandes reveses en la política exterior de Washington.

Una fuente cercana al equipo de los orígenes del virus de la OMS que sigue de cerca el tema declaró el martes que es importante ver si los datos que las agencias de inteligencia han analizado incluyen evidencia científica verificable nunca antes vista.

Esto incluye secuenciación de ADN, pruebas de individuos, evidencia verificable de la presencia de SARS-CoV-2 en sitios o momentos que no se han reportado anteriormente. Esto deberá sopesarse con la evidencia acumulada que apunta a un origen en el comercio de vida silvestre que es sustancial y se basa en datos y análisis científicos primarios, incluidos los realizados por científicos en China y compartidos con el estudio de orígenes de la OMS, dijo la fuente anónima.

La posición de China sobre el asunto ha sido consistente: apoyamos y participamos en el rastreo científico mundial y rechazamos cualquier forma de manipulación política, dijo el portavoz de la cancillería china.

China concede gran relevancia y participa activamente en la cooperación científica global del rastreo, pero para resolver este serio y complicado dilema científico, es necesaria la cooperación científica global, dijo un miembro chino del equipo conjunto OMS-China, pidiendo además una actitud abierta y transparente de los países individuales sobre este asunto.

Materiales genéticos recolectados recientemente en un mercado chino sugirieron que el ADN del perro mapache se mezclaba con el virus. Science citó a Kristian Andersen, un biólogo evolutivo de Scripps Research que asistió a la reunión y es uno de los científicos que analizan los nuevos datos, diciendo que "la información apunta aún más a un origen en el mercado".

"Al observar toda la información disponible, por supuesto, sugiere que es mucho más probable que tengamos un origen zoonótico", dijo Maria Van Kerkhove, líder técnica de la COVID-19 en la OMS, a la revista Science.

"Estos datos no ofrecen una respuesta definitiva a cómo comenzó la pandemia, pero cada uno es clave para acercarnos a esa respuesta", dijo el viernes el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.