Anillos de árboles ayudan a descifrar el cambio climático

Un proyecto de investigación chino-kazajo iniciado en 2016 utiliza anillos de árboles para recopilar información sobre cambios en la temperatura, precipitaciones y glaciares.

Zhang Ruibo, investigador del Instituto Meteorológico del Desierto de Urumqi de la Administración Meteorológica de China, participante en la expedición, declaró en agosto que el medio ambiente bien conservado de Kazajstán permite a los expertos obtener muestras útiles de árboles viejos.

Las estribaciones de las montañas de Altay en el noreste del país están cubiertas de pinos siberianos cuyos anillos son sensibles a las diferencias de temperatura durante largos períodos de tiempo, informó el Diario del Pueblo.

La densidad del anillo, es decir, la densidad de la madera medida en gramos por centímetro cúbico, generalmente queda determinada por el tamaño de la celda y el grosor de su pared influenciados a su vez por el medio ambiente y el clima.

Las variaciones pueden indicar cambios en estas condiciones a lo largo del tiempo, según el artículo “Avances en el estudio de la densidad de los anillos de árboles”, publicado en la revista Quaternary Science en 2015 por un experto del Instituto de Botánica de la Academia China de Ciencias.

El proyecto explora nuevos caminos hacia la adaptación al cambio climático y la protección de Kazajstán de desastres causados por el derretimiento de los glaciares.

Zhang apuntó que los anillos de los árboles son útiles para reconstruir el equilibrio de masa glacial del pasado y la capa de nieve durante un siglo o incluso más con datos básicos de proyección climática.

En 2016, el Instituto Meteorológico del Desierto de Urumqi y la sucursal de Almaty del Instituto de Investigación Forestal del Ministerio de Agricultura de Kazajstán firmaron un acuerdo de cooperación en el estudio de los anillos de árboles y el cambio climático, según indicó la Administración Meteorológica de China.

El acuerdo establece que expertos chinos pueden utilizar instrumentos y métodos específicos para estudiar el crecimiento forestal y el cambio climático regional en Kazajstán; la nación de Asia Central, a su vez, proporciona datos de distribución forestal y asistencia en la recolección de muestras en áreas específicas. Luego, China analiza los datos y modelos históricos de cambio climático.

El convenio llegó tras un intercambio en el que investigadores chinos descubrieron que los glaciares cerca de Almaty se habían derretido rápidamente y desastres ocurrían con frecuencia.

Sin embargo, su seguimiento y la nieve de la región requieren un mayor trabajo para predecirlos, informó el Diario del Pueblo.

"Anteriormente, casi no existían investigaciones sobre los cambios en la masa glacial en los últimos siglos", dijo Zhang. "Por lo que cada hallazgo del proyecto califica como un gran avance".

Ambas partes cooperarán en investigación, intercambio de información, visitas y la construcción de un laboratorio compartido sobre cambio climático y ecología forestal.

Los dos países han gozado de colaboraciones frecuentes desde la década de 1980 y firmaron un acuerdo de cooperación en ciencia y tecnología meteorológica en 1995, reportó el servicio meteorológico chino.