Estudiantes kazajos eligen China como destino académico

Un estudiante de Kazajstán juega balonmano con sus compañeros en la Universidad Gongshang de Zhejiang en Hangzhou, provincia de Zhejiang, marzo.

Cada vez un mayor número de estudiantes kazajos aprenden chino en China gracias a los crecientes intercambios económicos y culturales entre ambos países.

Malika Zhang, de 22 años, cursa el tercer año de sociología en la Universidad de Beijing y considera que la razón del mayor interés en aprender el idioma y la disposición de venir al país es porque ambas naciones son vecinas y la amistad avanza a pasos agigantados.

"A nosotros, los jóvenes de Kazajstán, nos gusta estudiar la lengua y cultura de nuestro vecino", dijo.

Además, hay mucha cooperación bilateral lo que significa una buena comunicación en lo económico, cultural y político. Existen muchas oportunidades de trabajo para los jóvenes kazajos si hablan chino, añadió Zhang.

La joven inició su periplo académico a los 12 años porque amaba los caracteres chinos y la caligrafía. Pensó que si aprendía el chino, podría viajar por todo el país.

Aunque le resultó difícil, fue "una travesía colorida y emocionante para mí; lo disfruté bastante".

Ha leído muchos libros sobre sociología y antropología desde muy joven, con un énfasis especial en las similitudes y diferencias entre la etnografía china y kazaja por lo que decidió estudiar sociología en la Universidad de Beijing.

"Lo que me sorprende de China es su rápido desarrollo y Beijing, donde vivo, es una ciudad que no para”, indicó. "La gente es muy agradable, trabajadora y extrovertida. Sinceramente, me han ayudado mucho".

Shadi Aldabergenov, de 18 años, estudiante de primer año de la Facultad de Ciencias de la Vida en la Universidad Qinghua, dijo que su madre con una maestría en Economía en la misma casa de estudios lo inspiró a aprender chino.

"Ella fue la persona que siempre me dijo de seguir mi educación en China y cada vez que le preguntaba la razón, respondía de manera muy breve: 'Porque son nuestros vecinos'", dijo.

China colinda con Kazajstán, agregó. El potencial de los vínculos es infinito y los dos países deben cooperar y entenderse entre sí, crear relaciones de beneficio mutuo para promover un futuro mejor, resaltó.

Shadi inicio su vínculo con el chino en un Instituto Confucio en Kazajstán cuando tenía 15 años. Como cualquier otro idioma, el chino requiere de bastante paciencia, acotó.

Sus secretos incluyen la paciencia, usar las palabras tan pronto como las aprende, conversar con sus compañeros e intentar leer artículos en línea sobre temas relacionados con el vocabulario recién estudiado, apuntó.

Asegura estar feliz de haber elegido este camino para su educación superior. "La cultura china no se parece a ninguna otra. Es única y rica, con más de 5000 años de historia y desarrollo. Para entender esto a plenitud, la gente debe venir y vivir la experiencia en esta maravillosa parte del mundo".

Zhanna Aigazina, de 19 años, cursa economía y comercio internacional en la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de Beijing.

Comenzó a aprender chino cuando llegó en 2020 porque es muy hablado en Kazajstán.

Afirma que la única forma de estudiarlo es con mucha lectura y escritura.

China es un buen lugar con un desarrollo asombroso. Es necesario que los jóvenes kazajos aprendan chino para encontrar el trabajo que desean, enfatizó.