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spanish.china.org.cn | 12. 08. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Vacuna china entre las principales candidatas en ensayos en Brasil

Palabras clave: vacuna, COVID-19, Brasil

La gente pasa junto a un carrito de palomitas de maíz en la playa Leblon, en plena epidemia de COVID-19, en Río de Janeiro, Brasil, el 9 de agosto de 2020.


Brasil busca una vacuna adecuada para poner fin a uno de los peores brotes de COVID-19 en el mundo.

Entre las principales candidatas está la desarrollada por la biofarmacéutica china Sinovac Biotech, actualmente en la fase final de pruebas.

Brasil es uno de los países que participa en sus ensayos de fase tres. Además, también apoya a la de la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astra Zeneca, así como una tercera de desarrollo nacional.

Benny Spiewak, socio de SPLaw, un bufete de abogados en Sao Paulo especializado en ciencias de la vida, señaló: "Este enfoque brasileño de múltiples frentes es necesario y apropiado”.

"Por un lado, el gobierno brasileño ha asegurado ciertos derechos de investigación y desarrollo sobre el producto final de la vacuna Oxford. Por otro lado, el estado de Sao Paulo ha firmado un acuerdo estratégico con Sinovac”.

"La decisión de apoyar a ambos es correcta. Las dos medidas apuntan a garantizar que Brasil no solo obtenga las vacunas, sino que también acceda a la tecnología subyacente que las respalda".

Brasil necesita con urgencia una vacuna ya que enfrenta el segundo peor brote en el mundo después de Estados Unidos, y el primero en América Latina. Hasta el domingo, había registrado más de 3 millones de casos y más de 101 000 muertes, según múltiples fuentes.

Spiewak agregó: "Honestamente, nada es más importante que el hecho de que la ciencia haya logrado identificar una vacuna y que la medicina puedacontrarrestar los síntomas del COVID. La política debe ceder ante la ciencia".

Los convenios alcanzados ayudarán a Brasil a comprender mejor cómo dar rápidamente con una vacuna y fortalecer su industria biotecnológica, dijo.

"Brasil ha demostrado de manera continua, aunque silenciosa, que apunta a que sus entidades financiadas con fondos públicos fortalezcan su posición como productores clave de biofarma”, explicó el letrado.

"La capacidad biofarmacéutica de entidades como la Fiocruz y el (Instituto) Butantan es comparable con las mejores del mundo. Sumar la capacidad de vacunas mejora no solo su liderazgo individual, sino también el de Brasil".

Ambos son centros de investigación de propiedad estatal, y Sinovac está asociado con este último para la fase tres de ensayos de su vacuna en Brasil.

Dimas Covas, director de Butantan, afirmó: "La aprobación de los ensayos clínicos de fase tres demuestra que la cooperación entre Sinovac y Butantan es eficiente y ofrece la esperanza de salvar vidas en todo el mundo".

Weidong Yin, presidente y director ejecutivo de Sinovac, dijo que la asociación permitiría a la compañía avanzar en el desarrollo de vacunas para uso global y promover su objetivo de suministrarlas para erradicar enfermedades como la COVID-19.

La empresa lleva a cabo pruebas con unos 9000 profesionales de la salud voluntarios y atiende a pacientes con COVID-19 en 12 localidades brasileñas.

El CoronaVac de Sinovac se está probando en Brasil y en otros países, incluidos Indonesia, Bangladesh y Turquía. Se trata de una vacuna inactivada, lo que significa que su base es una versión inerte del virus SARS-CoV-2.

Spiewak anotó que Brasil cuenta con una industria farmacéutica bien regulada, con una base sólida para realizar ensayos clínicos. La diversidad de su población lo convierte en un "entorno de pruebas casi ideal".

"Una vez combinados ambos componentes, se tiene un país con un mercado que ya es uno de los más relevantes en el mundo para ensayos clínicos", dijo.

Hugo Nogueira, analista de relaciones internacionales en Belo Horizonte, dijo que el rápido impulso para desarrollar una vacuna "muestra un cambio primordial en la posición del gobierno. Inicialmente rechazó el acuerdo para la distribución equitativa de la vacuna por parte de la OMS, pero ahora está cooperando en su desarrollo”.

"Esto proporciona una perspectiva mucho mejor para los brasileños, que en el escenario anterior se habrían visto muy afectados por la distribución de la vacuna".

Brasil también trabaja en una vacuna propia, pero tendrá que superar una serie de obstáculos. Uno de ellos implica importar todos los reactivos que necesita, lo que puede llevar mucho tiempo. Otro es lidiar con una burocracia engorrosa.

Sin embargo, Jorge Kalil, profesor de inmunología clínica y alergias en la Universidad de Sao Paulo y líder del equipo de estudio de una vacuna contra el SARS-CoV-2, indicó haber logrado avances.

"Ya estamos probando algunas fórmulas en animales", precisó. "Creemos que a principios del próximo año podemos comenzar las pruebas de fase uno y veremos qué es lo que ofrecen. También estamos trabajando en una vacuna de segunda generación”.

"Creo que la calidad de los medicamentos es buena, por lo que Brasil es un buen lugar para pruebas clínicas. La enfermedad está muy propagada a nivel nacional y eso es vital para la fase tres, que haya un alto nivel de brote".

"También es primordial que Brasil cuentecon buenos acuerdos, porque si los brasileños son los que están siendo evaluados, al menos deberíamos poder acceder a las vacunas cuando estén listas. No obstante, tenemos que saber su efectoen la vida real. Hay que tener en cuenta que hay muchas vacunas en esta etapa.

"Por supuesto, no podemos predecir lo que sucederá, pero es relevante que la vacuna proteja a muchas personas durante un largo tiempo".


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