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spanish.china.org.cn | 12. 08. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Fundación china brinda ayuda al Líbano

Palabras clave: China, Líbano, Beirut, ayuda

Cuenta de Wang Ke en SinaWeibo


Experto: La vida merece la máxima prioridad

La humareda de la trágica explosión en Beirut la semana pasada ha pasado, pero es innegable que las consecuencias persisten en vista de las masivas protestas contra la corrupción y la difícil situación de 300 000 desplazados.

El primer ministro libanés y su gabinete renunciaron el lunes debido al descontento popular. Miles de manifestantes salieron a las calles para culpar al Gobierno de negligencia y corrupción, pidiendo a gritos la revolución.

"Renunciar o ahorcarse", decían algunos de los carteles en la marcha.

Sin embargo, todavía está en duda si la dimisión colectiva aplacará la ira de la gente y dé paso a reformas significativas en el sistema político del país, según analistas.

Muchos edificios gubernamentales, incluido el del Ministerio de Relaciones Exteriores, fueron ocupados por la multitud y Beirut es testigo de una grave escasez de provisiones, indicó el martes Wang Ke, director general del Fondo de Bienestar Público Pinglan.

"El pánico del público por el estallido se ha convertido en ira. El incidente más los problemas económicos y sociales de larga data han conducido a una explosión de indignación pública", opinó.

El fondo Pinglan lleva a cabo un proyecto de renovación de viviendas en Beirut en beneficio de 30 familias pobres que perdieron su hogar en la tragedia, un proceso de dos meses duración estimada y más de $ 26 000 en inversión.

La catástrofe del 4 de agosto dejó un saldo de al menos 158 muertes, más de 6000 heridos y 300 000 personas sin techo. Alrededor de 21 siguen desaparecidas, según informes de los medios.

"Vemos no solo el dolor causado por el estallido, sino también las divisiones entre diferentes etnias y grupos sociales", dijo Wang.

El Gobierno indicó que la causa del desastre fueron más de 2000 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en un depósito local desde el 2014, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en que pudo ser un ataque deliberado.

"La máxima prioridad ahora es velar por el sustento de las personas y estabilizar la sociedad. El gobierno del Líbano no debe caer en el barullo de voces externas que politicen el tema", advirtió Zhu Weilie, director del Instituto de Estudios para Oriente Medio de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai.

El Líbano ha estado inmerso en disputas religiosas durante décadas y ha sufrido guerras civiles entre 1975 y 1990. "El país ya no puede soportar más conflictos", recalcó Zhu el martes.

Según las Perspectivas de la economía mundial 2020 publicadas por el Fondo Monetario Internacional en abril, el PIB del país árabe se reducirá en un 12 % este año, la mayor contracción desde el fin de su guerra civil de 15 años.

Wang apuntó que el fondo Pinglantrabaja con voluntarios locales para asistir a las víctimas de la explosión. "Lo que podemos hacer es limitado pero suficiente para expresar nuestra solidaridad con la gente de Beirut", dijo.

La unidad médica de las fuerzas chinas de mantenimiento de paz en el Líbano también sostuvo que brindaría ayuda a la ciudad capital tras los mortales hechos en su puerto.


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