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spanish.china.org.cn | 02. 07. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Egoísmo e incapacidad excluyen a EE.UU. de la lista de viajes seguros de la UE

Palabras clave: EE.UU., UE, COVID-19

La Unión Europea reabrió el miércoles sus fronteras exteriores a 14 países con bajas tasas de infección por COVID-19. Estados Unidos no estaba en la lista. China solo está considerada si permite el acceso recíproco a viajeros europeos, según informaron los medios.

La exclusión de Estados Unidos se debe principalmente a la decepción del bloque por su mal manejo de la pandemia. En un intento de ganar la reelección, el presidente Donald Trump exigió ciegamente la reactivación de las actividades económicas y sociales mientras el virus sigue avanzando. Esto probablemente conducirá a más infecciones y muertes.

En este contexto, si la UE permite el ingreso de estadounidenses, pondrá en riesgo la vida y la salud de sus pueblos.

Esta decisión también revela la desconfianza hacia Estados Unidos. Al poner en marcha la política "Estados Unidos primero", Washington sacrificó los intereses de sus aliados a fin de mantener su liderazgo. Su egoísmo ha quedado en evidencia en esta crisis sanitaria. Por ejemplo, Berlín acusó a la administración Trump de "piratería moderna" después de que un lote de máscaras fuera redirigidas al país norteamericano.

Además, la UE ha planteado sus dudas sobre la capacidad estadounidense para hacer frente a la crisis como resultado de su pobre desempeño ante la COVID-19. Los pronósticos no ven a la economía más grande del mundo encarando la pandemia, dado el número de casos confirmados y muertes, los más altos del mundo.

Además, Bruselas diverge de Washington en varios campos. El bloque concede gran importancia a la cooperación multilateral. Sin embargo, la administración Trump se inclina por  el unilateralismo y el proteccionismo, como lo demuestran sus retiros de organizaciones o pactos internacionales, entre ellos el Acuerdo Climático de París, la UNESCO y la OMS. Trump también ha iniciado una guerra comercial contra la UE. Dicho accionar decepciona a Bruselas.

China está en la lista de países con los que la UE volverá a tratar, aunque con condiciones. Esto muestra el reconocimiento europeo a la labor de China en la epidemia, por lo que está calificado como un país con tasas de infección "bajas".

Golpeada por el virus, la economía europea necesita desesperadamente una recuperación. Los gastos de visitantes chinos son importantes fuentes de ingreso para muchos miembros de la UE, por lo que están ansiosos por reanudar los intercambios económicos y de personas con China.

Por otro lado, la UE destaca la confianza, la igualdad y la reciprocidad en las políticas hacia China con respecto a la reapertura de las fronteras.

Bruselas envía un mensaje a Beijing de apertura hacia sus ciudadanos. Esto es así porque China es su segundo mayor socio comercial. Si China permite dicho acceso, los negocios con la segunda mayor economía del planeta reanudarán su marcha.

China en la actualidad se mantiene cerrada a fin de evitar casos importados, como parte de su estrategia sanitaria.

El gobierno chino siempre pone la salud y la seguridad de su pueblo por delante. El gobierno central se niega a sacrificar la vida de las personas a cambio de un estímulo económico a corto plazo. Esto también explica por qué no reabre sus fronteras.

El The New York Times dijo que prohibir viajar desde los Estados Unidos "es un duro golpe para el prestigio estadounidense en el mundo y un repudio al manejo del virus por parte de Trump". Este comentario suena racional. Desde que Trump asumió el cargo, la imagen del país va en declive y esto es obvio para todos. La reacción de Estados Unidos a la pandemia magnifica este pensar.

Además de su rol decepcionante en la prevención de la propagación del virus, Washington no escatimó esfuerzos para estigmatizar y culpar a China y a la OMS. Luego siguió adelante y abrió sin tapujos su economía, independientemente del alto riesgo de contagio. Es un comportamiento que no se condice con su estatus de superpotencia global responsable.Una serie de medidas desastrosas plantea serias dudas en la comunidad internacional sobre su capacidad para gestionar la gobernanza regional y global.


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