El coronavirus y la disminución de homicidios en América Latina

En algunos países de Latinoamérica, el número de asesinatos se redujo a casi la mitad entre febrero y marzo; países como Colombia, Perú, Chile, Argentina y El Salvador dan fe de esta tendencia que parece ser otro efecto colateral del coronavirus y las medidas de confinamiento para detener su propagación. 

Con las restricciones de viaje, toques de queda y cuarentenas para ayudar a controlar la propagación del virus, ha aterrizado en la región una baja en la criminalidad y la violencia. 

América Latina presenta unas tasas de homicidios particularmente por encima de la norma mundial (casi el triple). Un hecho contradictorio para un continente cuyos países, en su totalidad, no se encuentran ni invadiendo ni siendo invadidos por fuerzas extranjeras. 

Según los analistas, los bloqueos no solo han llevado a menos oportunidades de delincuencia, como extorsiones, atracos e incluso asesinatos, sino que el virus incluso ha sacado a algunos delincuentes de la acción, ya que ellos también permanecen confinados en sus hogares. En varios lugares, las pandillas criminales incluso han liderado los esfuerzos para imponer toques de queda en sus esferas de influencia. 

En Centro América, Salvador y Honduras se encuentran entre los países que más han reforzado sus medidas de prevención. Quienes violan las normas de confinamiento o distanciamiento social, son amonestados con multas o incluso con prisión. 

No es de extrañarse que las tasas de homicidios y criminalidad se hayan recortado a la mitad. En lo que va de mayo, el promedio de homicidios en El Salvador fue de 2,1 por día, la cuarta parte de la cifra en el mismo período de 2019. Mientras tanto, en Honduras, desde marzo se han reportado 217 homicidios menos que en el mismo período del año anterior. 

“Hay menos circulación de personas y dinero en las calles”, explica en el otro extremo de la región Sabina Frederic, la ministra de seguridad en Argentina, donde la policía también ha aplicado estrictas reglas de cuarentena. “Los controles estrictos que lleva a cabo la policía desalientan cualquier tipo de actividad ilícita”. 

En Colombia, los informes de muchos tipos de delitos se desplomaron tras la decisión del presidente de declarar una cuarentena en todo el país a partir de la semana del 20 de marzo. El país tuvo 91 homicidios denunciados entre el 20 y el 25 de marzo, en comparación con 206 durante el mismo período del año anterior. Los asaltos reportados pasaron a sumar 283, en comparación con los 2.046 el año anterior, y los robos cayeron a 486, en comparación con los 5.045 registrados y denunciados en el mismo período del año anterior. 

Las estadísticas, sin embargo, no significan que la violencia en el país haya cesado. En el campo, la guerra continúa. Colombia es el hogar de un remolino de grupos armados, muchos de los cuales están involucrados en la producción y el tráfico de drogas. Algunos de ellos ven el cierre de negocios y fronteras como una amenaza para sus fuentes de ingresos. 

Por otra parte, un estudio de la Red de Observatorios de Seguridad del estado de Río de Janeiro, en Brasil, señaló que entre la primera y la segunda quincena de marzo hubo una disminución de 74% en el número de operaciones que la Policía Militar efectuó contra el narcotráfico en las favelas; la caída también se tradujo en un 60% menos en el número de homicidios.