La despenalización del aborto toma fuerza en América Latina

Argentina volvió a la carga por un aborto libre con una marcha el miércoles frente al Congreso para que el tema sea incluido en la agenda parlamentaria de este año.

El verde inundó las calles de varias ciudades latinoamericanas desde Buenos Aires hasta Ciudad de México, un color que representa la lucha por el derecho a decidir sobre el embarazo.

La actual ley argentina solo permite el aborto en casos de violación o riesgo para la salud mental de la madre; sin embargo, varias provincias conservadoras se niegan a aplicar el protocolo.

En 2018, hubo un proyecto de despenalización del aborto pero la iniciativa, aprobada por la Cámara de Representantes, no logró pasar al Senado.

La movilización recuerda al Gobierno y a los congresistas, a una semana y media de las sesiones anuales tras las vacaciones de verano, que el reclamo por el aborto legal está más presente que nunca.

"América Latina tiene algunas de las leyes de aborto más estrictas del mundo, desde la prohibición total del aborto en El Salvador, hasta leyes que limitan severamente la práctica y hacen increíblemente difícil que las mujeres accedan a sus derechos. Esperamos que Argentina apruebe esta ley. Esperamos que el Congreso atienda el llamado de las mujeres argentinas. Como pueden ver aquí, hoy hay miles de mujeres que están exigiendo que el Congreso apruebe una ley este año", explicó Johanna Cervone, miembro del Centro de Igualdad de la Mujer.

Colombia también entró en el debate. La Corte Constitucional estudia una ponencia dirigida a  despenalizar el aborto antes de las 16 semanas de gestación.

En 2006, la Corte lo hizo legal en 3 casos: riesgo para la vida o la salud de la mujer, fruto de una violación o incesto y en caso de malformaciones fetales graves incompatibles con la vida extrauterina.

Hasta el Palacio de Justicia llegaron el miércoles decenas de personas que rechazan la iniciativa e incluso el presidente, Iván Duque, señaló que generaría "un cambio muy fuerte para la sociedad".

Sin embargo, los colectivos feministas impulsan la necesidad de otorgar a las mujeres el derecho a decidir sobre el embarazo sin condiciones, como una cuestión de salud pública de la mujer.