La familia está acostumbrada a los comentarios de la gente. “Algunos piensan que recibimos ayuda del gobierno, pero no. David tiene un buen trabajo, lo que significa que ni siquiera tenemos los requisitos para acceder a esas ayudas.” El padre es conductor de trenes, y se va de casa a las 5:30 de la mañana, dejando a su esposa ocuparse de los niños. Aunque la vida no es fácil y tiene que poner 49 lavadoras a la semana y aspirar 7 veces al día, Alexis planea volver a su empleo a tiempo parcial como instructora de fitness en unas semanas.