Lula asiste a funeral de su nieto

El ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, salió el sábado de manera temporal de prisión a la que ingresó el 7 de abril de 2018, para acudir al funeral de su nieto de siete años fallecido por meningitis.

El ex mandatario afirmó que su nieto sufrió "bullying" (intimidación) en la escuela por su causa, ante lo cual prometió que demostrará su inocencia.

"Tengo un compromiso contigo, probaré mi inocencia y cuando vaya al cielo te llevaré un diploma de inocencia. Probaré quién es ladrón en este país. El que me condenó no puede mirar a los ojos de los nietos como lo hago yo", dijo el ex mandatario en su discurso, que fue registrado por algunos presentes y divulgado a la prensa.

Lula acudió a un cementario en el estado de Sao Paulo (sureste) donde fue recibido por familiares, amigos, dirigentes políticos y simpatizantes, luego de obtener una autorización para dejar de manera temporal la prisión en la sede de la Policía Federal (PF) en Curitiba, capital del estado de Paraná (sur).

El ex presidente fue autorizado a permanecer una hora y media en el cementerio Jardim das Colinas, en Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de Sao Paulo, para despedir a Arthur, lapso en el cual hizo un discurso de despedida para su nieto fallecido el viernes.

Lula, líder del opositor Partido de los Trabajadores (PT), fue llevado en avión de la gobernación de Paraná desde la ciudad de Curitiba, donde cumple su condena, con 26 policías federales de custodia.

De 73 años, Lula fue condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero en dos instancias, la primera por el ex juez Sérgio Moro, ahora ministro de Justicia del presidente Jair Bolsonaro, y la segunda por el tribunal de apelaciones de Porto Alegre.

En el el funeral, que contó también con la ceremonia de cremación, saludaron a Lula los principales dirigentes del PT, como el ex candidato presidencial, Fernando Haddad, y la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

"Lula Libre, Lula Libre", gritaban decenas de manifestantes frente al cementerio Jardim Das Colinas, en el Gran Sao Paulo (región metropolitana), su territorio político, donde en los años 70 del siglo XX se forjó como líder sindical y creó el PT en 1980.

"No hay que olvidar que tenemos en Brasil a Lula como preso político, en forma injusta y sin pruebas", declaró el ex candidato presidencial Guilherme Boulos, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), presente en el cementerio.

De igual forma se registraron protestas de la familia de Lula por la presencia policial en la capilla donde se velaba al niño.

La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, visitó a Lula en los preparativos para su primera salida de prisión el viernes por la noche.

"El está muy triste, muy abatido, diciendo que debería estar prohibido que un padre entierre a un hijo, que un abuelo entierre a un nieto", dijo Hoffmann a periodistas.

Arthur Araújo Lula da Silva murió debido a una meningitis el viernes por la mañana en el hospital Bartira, en Santo André, en el Gran Sao Paulo.

Arthur era hijo de Sandro Luis Lula da Silva, hijo de Lula y de la ex primera dama, Marisa Leticia Rocco, y de Marlene Araújo, y había estado en dos ocasiones en la Superintendencia de la PF en Curitiba para visitar a su abuelo.

La defensa y los aliados del ex presidente han denunciado que Lula es un preso político que fue involucrado en la operación "Lava Jato" y condenado a prisión, con la finalidad de impedir su participación en las elecciones presidenciales de octubre pasado, en las cuales resultó ganador Bolsonaro.