Venezuela rompe relaciones con Colombia en una violenta jornada en las fronteras

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó hoy la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia en medio de una jornada violenta que se vivió en las fronteras, desde donde la oposición pretendía ingresar "ayuda humanitaria" extranjera.

"Estamos dando una batalla por la dignidad nacional, es una de las batallas más importantes en 200 años", aseguró Maduro.

Colombia y Brasil, que entre ambas suman más de cuatro mil kilómetros, fueron los escenarios de conflictos y por donde el líder de la oposición, Juan Guaidó, impulsó la entrada de los cargamentos de "ayuda humanitaria", pero sin éxito.

Desde la mañana de este sábado, se reportaban incidentes en los puentes fronterizos que unen a Venezuela, a través del estado Táchira (occidente) con Colombia.

Un total de "42 heridos venezolanos y venezolanas fueron heridos de balas por criminales colombianos, tres incendiados vivos y el resto con objetos contundentes", dijo el encargado de hacer seguimiento a la gestión de gobierno en el estado Táchira, Freddy Bernal.

Del lado colombiano, el canciller Carlos Holmes Trujillo aseguró que el número de personas lesionadas era de 285, "principalmente por efecto de gas lacrimógeno y armas no convencionales", de los cuales 37 requirieron hospitalización.

Del lado brasileño, los medios locales contabilizan dos fallecidos y decenas de heridos, sin embargo, no se ha confirmado por las autoridades.

Tras los hechos violentos, entre quienes abogaban por el ingreso del "cargamento humanitario" y quienes lo rechazaban, los camiones aparcados en las fronteras tuvieron que retroceder ante la situación y para resguardar los productos, dado que algunos camiones resultaron incinerados durante la jornada.

"Le pedí a los voluntarios venezolanos que retiraran la ayuda humanitaria, para no exponerlos a más agresiones, la hemos recibido de nuevo, la hemos acopiado para preservarla", comentó el presidente colombiano, Iván Duque.

En la tarde de este sábado, cuando aún se tornaba la situación fronteriza compleja, el presidente Maduro otorgó un plazo de 24 horas al cuerpo diplomático colombiano para que saliera del país, producto del rompimiento de las relaciones con Bogotá.

Frente a una multitudinaria concentración en defensa de la revolución, el mandatario exhortó a los diplomáticos colombianos a "salir en 24 horas de Venezuela", tras anunciar la ruptura de "las relaciones políticas y diplomáticas" con el país vecino.

Maduro también instruyó el regreso del personal diplomático venezolano que se encuentra en Colombia.

Al finalizar la jornada, del lado colombiano se encontraban los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Chile, Sebastián Piñera; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el autoproclamado "presidente interino" de Venezuela, Juan Guaidó.

Guaidó dejó claro que esperará discutir con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, el futuro de las acciones para Venezuela y afirmó que participará en la reunión del Grupo de Lima, que se celebrará el próximo lunes en la capital colombiana.

Asimismo, solicitó a la comunidad internacional mantener "todas las cartas sobre la mesa".

"El día lunes participaré (...) en esa reunión del Grupo de Lima, para reunirnos con todos cancilleres de la región y también con el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, para discutir posibles acciones diplomáticas y posibles acciones para cooperar", declaró.

El Grupo de Lima también "deliberará cómo se debe arreciar ese cerco diplomático que propicie el final de la dictadura", dijo el presidente colombiano, en referencia a la gestión de Nicolás Maduro., quien juramentó el 10 de enero para un nuevo mandato.

Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía, son los países que conforman el Grupo de Lima.

El 23 de enero pasado, Juan Guaidó se autoproclamaba "presidente encargado", recibiendo el respaldo de Estados Unidos y de varios países de la región.

Desde entonces, se ha intensificado la crisis política y económica de la nación suramericana.

Maduro ha manifestado su voluntad de diálogo, incluso con facilitadores internacionales, y ha enfatizado que "no doblegará" ante las presiones.