La discapacidad no es un obstáculo para este repartidor

Chen Dengchao, de 29 años, repartidor en la ciudad de Chongqing, suroeste de China, esperando sus encomiendas en un restaurante.

"Este trabajo tiene horarios de trabajo flexibles que me permiten pasar más tiempo con mi hijo y mi esposa", dijo.

"Hay malentendidos y momentos amargos, pero la mayoría de las veces siento el calor humano incluso de desconocidos".

Chen generalmente trabaja de siete a ocho horas al día y camina más de 40.000 pasos. Una vez incluso subió 25 pisos para entregar una encomienda a tiempo.

El trabajo pesado ya le ha costado unas 20 muletas.

"Seguiré trabajando duro porque quiero darle la mejor educación a mi hijo", aseguró.