El mercado de videojuegos brasileño se expande y conquista el mercado internacional

La Brasil Game Show (BGS), la mayor feria de videojuegos de América Latina, abrió hoy sus puertas en Sao Paulo, en un momento en el que la industria de videojuegos brasileña empieza a expandirse por el mundo y a dejarse conocer.

En los últimos dos años, el sector de videojuegos recibió cerca de 25 millones de reales (unos 6,5 millones de dólares) en financiación pública que han ayudado a que el número de estudios para desarrollar videojuegos en el país pasaran de 142 en 2013 a los 375 el año pasado, según datos de la Industria Brasileña de Juegos Digitales. Ello hizo que entre 2016 y 2017, se produjeran en Brasil 1.718 videojuegos, con lo que el país sudamericano pasó a ser el 16º mayor mercado de games y e-sport (deporte electrónico del mundo, según la consultora PwC.

Según la Apex, la agencia brasileña que coordina el programa Brazilian Games Developers, la exportación de videojuegos brasileños subió de 11 millones de dólares en 2015 a los 22,7 en 2017.

El crecimiento del mundo de los videojuegos queda patente cuando se tiene en cuenta que ha superado la industria cinematográfica local en dinero: los videojuegos movieron el año pasado 884 millones de dólares, por 846 del cine. La previsión es que en 2022, la industria de videojuegos mueva 1.750 millones de dólares en Brasil.

La proximidad del sector de videojuegos con otras industrias del mundo audiovisual ha propiciado un crecimiento de la industria creativa. Una de las principales empresas en Río de Janeiro es BitCake, que el año pasado recibió 500.000 reales (133.000 dólares) de la estatal Agencia Nacional de Cine para producir "DeMagnete VR", basado en la realidad virtual.

Sin embargo, los ingresos con los videojuegos son todavía insuficientes para que todas las personas del equipo puedan vivir de ello.

"Depender únicamente de la creación de juegos es muy arriesgado. La producción nacional todavía es poco consumida en el mercado brasileño. Generamos beneficios con la prestación de servicios, como consultoría a otros estudios sobre modos multiplayer", afirmó a Xinhua Camila Soares, de BitCake.

Por su parte, el vicepresidente de la asociación de desarrolladoras de videojuegos nacionales (Abragames) Vicente Riera aseguró que recibieron la promesa del gobierno de aumentar el apoyo para el sector, con un 50 millones de reales (13,3 millones de dólares) en líneas de financiamiento exclusivas para la producción de videojuegos y otros 50 millones de reales en líneas de créditos compartidas con otros segmentos del mundo audiovisual.

Sin embargo, Riera resalta que si bien la financiación pública creció (la Ancine financió 45 proyectos de videojuegos con 20 millones de reales -5,3 millones de dólares-), no pasa lo mismo con el sector privado.

"Nuestro mercado esta muy basado en hit. La firma Rovio, por ejemplo, hizo decenas de videojuegos antes de conquistar el mundo con Angry Birds. El sector privado lo que quiere es modelos de éxito ya probados o con previsibilidad de éxito, y de aquí que tengan olvidado el sector", comenta el vicepresidente de Abragames.

El crecimiento de la industria de videojuegos ha provocado una demanda de profesionales de tecnología. En Río de Janeiro, el Núcleo Avanzado en Educación (Nave), hizo una asociación con la teleoperadora Oi y tiene a centenares de estudiantes desarrollando juegos para varias plataformas a lo largo del enseño medio.

Fuera del ámbito escolar, la escuela Zion ofrece cursos de libre creación de juegos, con varias unidades en Río de Janeiro y su región metropolitana.

Según el 2º Censo del sector, la programación es la principal fuente de renta de estos profesionales. El 82 por ciento ganan una media de 1.900 reales (506 dólares).