Dentro de Lijiang, las calles se extienden a lo largo de las montañas y las aguas. Están pavimentadas por rocas rojas, de modo que no se genera barro en la temporada de lluvias ni polvo en la temporada seca. Los patrones naturales de las rocas son lindos y elegantes y calzan perfectamente con el entorno urbano. La calle Sifang es la más representativa entre las calles antiguas de la ciudad.
Sobre el Río de Jade existen 354 puentes, es decir, 93 puentes por cada kilómetro cuadrado. Se destacan por sus diseños distintos. Entre ellos son famosos el Puente Suocui, el Puente Dashi, el Puente Wanqian, el Puente Nanmen, el Puente Maan y el Puente Renshou, todos construidos durante las Dinastías Ming y Qing (entre el siglo XIV y el siglo XIX). El más reconocido es el Puente Dashi, ubicado a unos cien metros al este de la calle Sifang.
