Estas casitas de madera son habitaciones móviles con paredes de cristal localizadas en plena panorámica de Col Gallina, alejadas de cualquier contaminación lumínica y pensadas para tener una vista privilegiadas de los Dolomitas italianos. Al caer el día, cuando la noche desciende por el horizonte entre las montañas, las vistas son impresionantes. A esta experiencia “cósmica” (según sus creadores) se añade la oferta gastronómica del Rifugio Col Gallina. Hay dos tipos de cabañas, la llamada 360º y la 'gourmet'. Alojamiento desde 300 euros la noche.