Arabia Saudí, Egipto, Baréin y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han enviado una lista de demandas a Catar como condición para una posible negociación que ponga fin a la crisis en Medio Oriente, según informó la cadena saudí Al Arabiya.

El grupo acusa al pequeño país de financiar el terrorismo y poner en jaque la estabilidad de la región. El pedido; que incluye el fin de las relaciones diplomáticas con Irán, el cierre del canal catarí Al Yazira y la clausura de la base militar turca, llegó por intermedio de Kuwait, quien actúa como mediador en el conflicto.

Desde que comenzó el veto comercial a Doha, Turquía le ha suministrado de alimentos y agua, y ha reforzado su presencia militar gracias a la ratificación en el legislativo turco de un acuerdo firmado el pasado abril.

En medio del embrollo, el ministro de Exteriores de EAU, Anuar Qarqash, señaló en su cuenta oficial de Twitter que se trata de un "acto inmaduro", refiriéndose a la filtración del paquete de demandas, que es "habitual de Catar" y agregó que sería más razonable que Doha les dé un tratamiento serio, de lo contrario la ruptura será real.

Por su parte, Catar advirtió que no aceptará interferencia alguna en sus asuntos internos, pero que está dispuesto a dialogar sobre sus vínculos con sus vecinos árabes en aras de una solución al "bloqueo ilegal" impuesto.

Las Naciones Unidas ha expresado su opinión al respecto. "Seguimos la situación con profunda preocupación. (...) Esperamos que los países implicados resuelvan el tema a través del diálogo", afirmó en una rueda de prensa la portavoz adjunta del secretario general de la organización, Eri Kaneko.