Un ciberataque con “ransomware” provocó el caos en 150 países y podría tener aún mayores secuelas con la aparición de nuevas formas del programa.

Mientras expertos de todo el planeta enfrentaban la amenaza digital, funcionarios exhortaron el domingo a las diferentes organizaciones y compañías a actualizar sus sistemas operativos para protegerse contra una posible versión más poderosa del software malicioso u otras que vengan en el futuro.

La intervención digital, llamada "WannaCry", paralizó los sistemas de la red de hospitales de Gran Bretaña, del ferrocarril nacional de Alemania y de decenas de empresas y agencias gubernamentales, en lo que al parecer es el plan de extorsión por internet más grande registrado.

"La noche del viernes la tasa de infección bajó, pero después de un bloqueo temporal, ha vuelto a subir debido a una segunda versión liberada por los criminales", informó Rob Wainwright, director de Europol, la agencia policial de la Unión Europea.

Por su parte, Microsoft criticó al Gobierno estadounidense por acumular códigos de software utilizados por hackers desconocidos. La difusión de los códigos de la Agencia de Seguridad Nacional dio pie a su uso en esta oportunidad.

El domingo se descubrieron al menos dos variantes del virus y una de ellas no incluía el llamado interruptor de apagado que permitió a los investigadores detener su propagación. No se descarta la posibilidad de una versión más dañina.

El ataque congeló computadoras y encriptó información para luego exigir dinero a cambio de no destruir los archivos horas después. Todavía no se sabe a ciencia cierta quién fue el causante del delito cibernético y cuál fue el motivo.