La venta de una lujosa residencia en el barrio de Jamaica Estates en el distrito neoyorquino de Queens por 2,14 millones de dólares ha llamado la atención pública. Se trata de una transferencia normal y corriente pero el hecho de que sea justamente la propiedad donde nació el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le da sin duda alguna un significado muy especial.

En un principio, el vendedor adquirió la casa de la familia Kestenberg por 1,39 millones de dólares en diciembre del año pasado, apenas un mes después de los comicios en los que resultara ganador el empresario.

La pareja tenía previsto ofrecer la vivienda estilo Tudor de cinco dormitorios durante una subasta en octubre, pero al ver que el interés por el polémico magnate crecía y debido a que se encontraba inmersa en un proceso de divorcio, decidió venderla directamente.

Tres meses después, su nuevo dueño subastó la propiedad por intermedio de la inmobiliaria Paramount Realty USA, a un costo de 2,14 millones de dólares, 120% más que el promedio de una casa similar en la misma zona.

El responsable de la operación, Misha Haghani, se negó a dar el nombre del inversor pero aclaró que no era el propio Donald Trump, quien en septiembre había expresado su interés en comprar la residencia construida en 1940 y donde habría pasado 4 años de su vida desde su nacimiento el 14 de junio de 1946.