La Unión Europea celebró este sábado sus 60 años. El proyecto que se inició con el Tratado de Roma fue una respuesta al separatismo y a través del tiempo ha logrado importantes objetivos: Con el 6% de la población mundial, es la segunda potencia económica del mundo, genera el 25% del PIB global y el 20% del total de las importaciones y exportaciones.

Tras adoptar el Acta Única Europea en 1986 y el Tratado de Maastricht en 1992, la Comunidad Europea pasó a ser la Unión Europea, un ente económico con una moneda única, el euro, el cual agrupo a 19 países de los 28 miembros del bloque.

A partir de 2000, con el fracaso de la denominada "Constitución" y la crisis económica de 2008, la organización perdió fuerza y siguió cuesta abajo con la desvalorización del euro, la caída de Grecia y, más recientemente, el creciente flujo de refugiados, la próxima salida del Reino Unido y la cada vez mayor presencia de partidos de ultraderecha en los distintos países miembros. Sin embargo y pese a los desafíos por delante, los ahora 27 han renovado el convenio de Roma, el inicio de todo el proceso.

No cabe duda que en esta nueva etapa, el desafío más grande será lidiar con el retiro del Reino Unido y mantener una sola voz en el tema. El proceso promete ser una dura prueba para los cimientos de la Unión, es decir, la idea de que un país goce de las ventajas del mercado único sin aceptar la inmigración comunitaria.

Otro aspecto en el tintero será el tratamiento a los refugiados y el acuerdo firmado con Turquía para su acogimiento, en momentos en que las relaciones con el Gobierno de Erdogan van de más a menos.

A ello se suma la compleja lucha contra el terrorismo en el que al parecer la estrategia girará en torno a mejorar el control de las fronteras externas, con sistemas de identificación y autorización de viajeros.

Por otro lado, está el papel aún incierto de Estados Unidos en el escenario internacional. Desde ya el gobierno de Donald Trump ha dificultado las cosas con su posición frente a la OTAN y su acercamiento con Rusia.