Una tormenta de nieve sin precedentes azotó ayer el nordeste de Estados Unidos y más de tres mil vuelos aéreos se vieron obligados a cancelar. Se estima que la tormenta de nieve afectaría la vida diaria de cinco ó seis mil personas. Mientras que muchos adultos estadounidenses parecían vueltos a su infancia, lanzando las bolas de nieve, haciendo muñecos de nieve y disfrutando de la alegría que les trajo la nieve.