Esta semana en Los Ángeles, Estados Unidos, se puso a la venta una residencia en el lujoso barrio de Bel Air por nada más y nada menos que 250 millones de dólares, lo que la convierte hoy por hoy en la vivienda más cara del mundo.

Con una vista panorámica de la ciudad, la mansión cuenta con un área de más de 11.500 metros cuadrados y cuatro pisos divididos en 12 alcobas, 21 baños, 3 cocinas, 6 salones, una sala de masajes, un spa, un gimnasio, dos bodegas de vino, un cine y una piscina de 24 metros, informó la cadena CNBC.

Su diseñador, Bruce Makowsky, indicó que la idea era sobresalir y apartarse de los patrones con un nivel insuperable en cada detalle de la arquitectura y decoración.

La imponente propiedad además posee un estacionamiento para 12 autos, los más codiciados del mundo, que solo estarán a disposición de su flamante comprador.