Estados Unidos se prepara este viernes para la toma de mando de su nuevo presidente, Donald Trump, con el despliegue de cerca de 28 mil agentes del orden y todo un dispositivo de seguridad con el fin de evitar cualquier tipo de ataque.

Las fuerzas incluyen 7.800 efectivos de la Guardia Nacional (militar), 5.000 del Departamento de Policía de Washington y otros cuerpos locales, así como 10.000 del Departamento de Seguridad Nacional, entre ellos el Servicio Secreto, la Administración de Seguridad del Transporte, la Guardia Costera y la Policía de Parques.

El primer perímetro de seguridad incluye más de cien manzanas del centro de Washington con bloqueo del tráfico en un radio de 7 kilómetros cuadrados y el resguardo blindado de sus principales puntos de acceso.

Alrededor de la Explanada Nacional se ha previsto el levantamiento de barreras con camiones volquetes y de cemento, autobuses y otros objetos que impidan ataques con vehículos como los ocurridos en Europa el año pasado.

El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, explicó que no existen indicios de una "amenaza creíble y específica" durante la ceremonia de investidura, pero advirtió que prestarán suma atención a los denominados "lobos solitarios" radicalizados, dada la tendencia del terrorismo actual.

Asimismo cinco de los principales hospitales de la capital estarán en alerta máxima: Sibley Memorial, Howard University, George Washington University, MedStar Washington Hospital Center y el Children's National Medical Center.