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spanish.china.org.cn | 29. 11. 2016 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
Un pueblo "enérgico y viril", como el mismo Fidel Castro describió a los cubanos en su discurso de 1976 tras el atentado terrorista contra Cubana de Aviación, sigue hoy consternado por el deceso de su comandante en jefe, ocurrido el pasado viernes.
Un masivo duelo tiene lugar en toda Cuba, protagonizado por los obreros y campesinos que Fidel defendió en su alegato "La historia me absolverá", durante su juicio en 1953 por el asalto al cuartel Moncada.
Entre los consternados se encuentran profesionales de las ciencias, las letras y las artes, muchos de ellos de origen humilde y que llegaron a la universidad gracias a la Revolución de Fidel Castro, a quienes se suman estudiantes, amas de casa, jubilados, soldados, en fin, todo el pueblo.
Al preguntarles a algunos cómo definen a Fidel en tres palabras, muchas respuestas coincidieron: "Fiel como su nombre, consecuente, valiente".
Para otros fue guía, pensador acertado y estratega indispensable.
Líder indiscutible e incansable, solidario y profeta de revoluciones, preocupado por Cuba y por los pobres del mundo, hombre de palabra y acción.
Otros compatriotas opinaron que el extinto líder es mucho más que eso y que no puede ser enmarcado en tres o en 1.000 palabras.
Agregaron que Fidel Castro está ligado para siempre a la historia de los pueblos que luchan por su libertad.
También destacaron que le dio nombre, dignidad y reconocimiento mundial a Cuba en todas las áreas, y que enseñó a los cubanos a luchar sin desmayar, "hasta la victoria".
Varios habaneros que fueron a rendirle homenaje en la Plaza de la Revolución recordaron que Fidel fue uno de los primeros en alertar sobre el cambio climático y sus consecuencias, en denunciar la injusta repartición de las riquezas y los alimentos en el mundo, y el que demostró, con acierto y convicción, que la deuda externa de los pueblos es impagable.
Mercedes Rodríguez, ama de casa de la tercera edad, se acercó a periodistas de Xinhua, y dijo entre lágrimas: "Lo he llorado con el mismo dolor con que lloré a mi padre y a mi madre el día que ellos murieron".
Julia León Alonso, una cubana residente en Santiago de las Vegas, La Habana, expresó su sentir en versos.
"No ha muerto, está descansando. No ha muerto, porque Fidel / quedará para la historia / y vivirá en la memoria / de este pueblo firme y fiel".
"Siempre tendremos de él su ejemplo y su lealtad / y para siempre será la brújula orientadora / y el despertar de la aurora / de toda la humanidad".
"Trece de agosto, ese día le nació a Cuba un sol nuevo / que sería el más fiel relevo que nuestra patria tendría".
"Nadie se imaginaría su aguerrida trayectoria / y que aquel niño a la historia / en su memoria traía / la luz de la rebeldía y el sueño de la victoria".
Al retornar a sus barrios tras el homenaje, la gente mostró su tristeza por el fallecimiento del hombre que los guió durante medio siglo y, a pesar de que la muerte tenía que llegarle un día, muchos cubanos todavía no parecen estar preparados para este acontecimiento.
Murió Fidel Castro, un hombre venerado por multitudes en la isla y amado por sus amigos de todo el mundo, a la vez que odiado y temido, con la misma intensidad, por sus adversarios políticos.
Más de 600 atentados contra su vida no lograron derribar a este tenaz combatiente. Pudieron lo inexorable del tiempo y el desgaste causado por el exceso de trabajo, el poco dormir y las preocupaciones constantes por mantener con vida a un pequeño país agredido y bloqueado de forma brutal y permanente.
Ya Fidel no estará, pero su pueblo sigue erguido, dijo Diana Suárez, recién graduada de ingeniería Civil, quien citó unos versos del asesinado poeta, periodista y novelista palestino Ghassan Kanafani (1936-1972)
"Mi sangre es un río de aceite que enciende la lámpara de la libertad. No llores tú mientras Cuba está de pie". F