El informe anual sobre competitividad del Foro Económico Mundial situó a Chile como el país más competitivo de Latinoamérica. El país aparece en el puesto 33 justo detrás de España, lo que supone una mejora de dos posiciones con respecto al año pasado. Por su parte Venezuela, se ubicó en el extremo opuesto, en el lugar 130 de una muestra de 138.

La lista la encabeza Suiza, Singapur, Estados Unidos, Holanda y Alemania; y la termina por debajo de Caracas, naciones africanas con Yemen en el último lugar. Colombia yace en el puesto 61, seguido de Perú (67), Uruguay (73), Ecuador (91), Argentina (104), Paraguay (117) y Bolivia (121). Cuba no conforma el grupo analizado.

Chile destaca en materia educativa y de formación, en tanto Panamá, segundo latinoamericano en la nómina, es el que más ha progresado (puesto 42 y un avance de ocho posiciones) gracias a su entorno macroeconómico, eficiencia de mercado y desarrollo financiero.

Costa Rica cayó ligeramente dos números (52), pero el informe resalta su fortaleza en educación, salud e innovación. México avanza seis lugares (51) pese a factores problemáticos para los negocios como la corrupción, el crimen, la ineficiencia burocrática y los impuestos.

La sorpresa la da Brasil, quien afectado por la recesión y una crisis política sin precedentes en las últimas décadas y a pesar de situarse en el lugar 81, obtiene resultados positivos en instituciones.

El descenso en el precio de las materias primas, sobre todo el petróleo, y de la inversión, unido al efecto de la corrupción, impactan en la competitividad de la región y provocan un importante déficit comercial.

"Después de casi una década de fuertes avances que siguió a la crisis financiera global, las tasas de crecimiento han caído y en varios países se están dirigiéndose hacia la recesión", añadió el informe. El "boom" de las materias primas dejó de lado la competitividad lo cual hubiera permitido la aparición de nuevos actores y la diversificación económica, concluyó.