Fuente: Marca

El himno del país de Gareth Bale proclama el amor de los hijos por la tierra de sus padres. La de sus descendientes también será el césped del Estadio de Toulouse, desde donde se dirigieron a los octavos de una Eurocopa en su primera aventura fuera de las Islas. Gales ha hecho historia jugando al fútbol, con un balón bien redondo. Todavía le queda Eurocopa que contar a sus hijos y nietos venideros.

Gales rompió la barrera para meterse en octavos dando una exhibición. Lo hizo a la carrera con la melena de Bale al viento. Encontró un chollo en la rígida defensa rusa y Gales voló hacia los octavos de final. Además, lo hará en primera clase aprovechando el empate de Inglaterra, selección que ganó a Gales a última hora porque para superarlo hay que subir tantas montañas como hay en el país de Gareth.

Bale redondeó una noche para la historia, una noche que jamás olvidará. En el Real Madrid es más fácil ganar, pero en Gales todo va mucho más allá. Gareth cerró la cuenta con su tercer gol en la Eurocopa, a uno por día, para encabezar la lista de máximos goleadores que todavía espera a los grandes rematadores de las grandes selecciones.